De los días que van de diciembre, siento que la mayoría los he pasado en la ciudad de Caracas y eso me ha dejado una muy bonita sensación porque, creo, que nunca he estado de viaje en diciembre hasta este momento. Honestamente, la vida nos da cosas muy maravillosas aunque nos quite otras que pensamos que eran indispensables para vivir.
Pero dejando de lado todo esta filosofía sacada de algún cereal, les cuento que el domingo me despedí de @soy-laloreto y @hgabriellalpez2, ellas fueron rumbo a su casa pero yo hice un mini viaje dentro de Caracas para la casa de una muy buena amiga para pasar unos días con ella y su hermoso bebé al que me le he dado el dificil trabajo de ser mi ahijado.
Llegué acá más o menos al mediodía del domingo y desde entonces hemos reído muchísimo, actualizando muchas temas pendientes y evitado que el bebé se caiga de todos los lugares en los que se ha decidido levantar. También he sido felizmente sobrealimentada (no es queja, ¿ok? Ok) y he dormido cuando duerme el bebé, o quizá un poco más, sin descuidar mis deberes laborales, ¿qué más le puedo pedir a este diciembre?
Hoy, aprovechando que me han dejado en la sala un rato por la tarde y el bebé ha dormido un poco más pero yo menos, me he puesto a investigar sobre algunas carreras digitales, aprovechando mis suscripciones a Platzi y Código Fácilito, junto con Gemini, el ChatGPT de Google. Ha sido una tarde/noche bastante fructifera, todo el fin de semana que, realmente, han sido domingo y lunes.
Mañana será un día de pasar el muchas horas en Caracas haciendo cosas para mí y cosas para el trabajo. Espero sea un día increible porque es el último por aquí antes de regresar a casa.
¿Por qué los días cuando uno es feliz pasan tan rápido?
PD: Disculpen las pocas fotos, no me gusta mucho subir fotos del bebé y mi galería se volvió de él cuando llegué.
PD2: Tengo guayabo porque terminó el The Eras Tour de Taylor Swift.