Hola, comunidad. ¿Cómo están?
Feliz inicio de semana para todos.
Lo que vengo a contarles hoy probablemente no le parezca interesante a muchos. Tal vez no les sume nada trascendental a sus vidas… pero para mí, es un acontecimiento apoteósico. Así que quiero compartirlo, porque quién sabe, capaz alguien del otro lado de este universo llamado Hive se emociona conmigo, resuena, se alegra… o incluso me cuenta que también vivió algo así de especial en su día.
Como saben (y si no lo sabían, aquí se los cuento), doy talleres de arteterapia con enfoque terapéutico. No son solo manualidades ni dibujos lindos. Son espacios donde trabajamos las emociones, los miedos, las creencias limitantes, todo eso que muchas veces no podemos o no sabemos cómo expresar con palabras. Lo hacemos desde el arte, la escritura terapéutica, y ahora también desde una técnica hermosa llamada scrapbooking.
El scrapbooking no es nuevo para mí. Lo practico desde que tenía unos seis años, cuando pegaba en cuadernos el envoltorio de un caramelo, una hoja caída del árbol, una servilleta de algún lugar especial. Es una forma de hacer memoria, de contar historias sin necesidad de grandes recursos, solo con lo que uno guarda del camino.
Desde el año pasado he estado ofreciendo talleres de escritura terapéutica que llamé Exprésarte: dilo con tus manos.
Este año quiero repetir la saga desde agosto, porque siento que en la segunda mitad del año necesitamos reconectar y reevaluar. Pero para eso necesito materiales: diarios, revistas, papeles viejos, recortes… sí, esa “basura” hermosa que otros tiran y que para mí es oro.
Vivo en San Miguel, Buenos Aires, y desde hace meses he estado pidiendo materiales en grupos locales de donaciones e intercambios.
Nadie respondía. Así que decidí ampliar el radio de búsqueda y publicar en grupos de la capital. Expliqué para qué los necesitaba, y cuál fue mi sorpresa… ¡la cantidad de personas que me escribieron fue impresionante!
Justo esa semana estuve enferma, con fiebre alta y gripe fuerte (y como soy asmática, se puso más difícil aún). Pero hoy, aprovechando el feriado, me armé de valor.
Mi hija tenía que trabajar por la tarde, así que nos fuimos bien temprano con nuestros carritos, como dos hormiguitas buscadoras de tesoros.
Y encontramos oro.
Revistas de colección, atlas, fascículos de turismo con imágenes hermosas, papeles para empapelar, fotografías, páginas amarillas, enciclopedias… ¡hasta tela y papel transparente!
Todo perfectamente ordenado en cajas. Incluso hubo personas que me ayudaron a cargar, a acomodar, a subir las cosas al carrito. Se tomaron el tiempo de ser amables.
Hoy solo pude pasar por dos lugares. Me esperan dos más para el viernes. Y mi hija, una vez más, me dijo: “Mamá, yo te acompaño”. 💛
Estoy emocionada, agradecida, conmovida. No solo por lo que recibí, sino por lo que sentí. Porque esas personas que no me conocen se tomaron el tiempo de ordenar, embalar, y darme algo que tiene valor (económico y emocional). Ese desprendimiento es un acto de generosidad inmenso. Habla de la calidad humana que muchas veces creemos perdida.
Y es que yo sí creo en las energías. Creo que lo que uno emana, lo atrae. Yo emano gratitud. Yo doy, y confío. Y lo que recibí hoy es una confirmación de que los buenos somos más. Que cuando haces las cosas desde el amor y la autenticidad, hay personas dispuestas a ayudarte, sin interés, solo porque sí.
Muchos me decían: “¿Cómo vas a pedir cosas así? ¿Y si alguien se burla? ¿Y si te critican?”.
Y yo digo: ¿Y si alguien se alegra? ¿Y si alguien te ayuda? ¿Y si alguien conecta con tu propósito?
No subestimes el poder de pedir ayuda con honestidad.
Hoy, este pequeño acto (que tal vez para otros no signifique nada) me lleno de gratitud y esperanza. Y por eso quise compartirlo.
Si tú también estás trabajando en un proyecto, un sueño, una causa, no te lo guardes. Pregunta, busca, conecta. Capaz que te sorprendes como me sorprendí yo.
Gracias por leerme.
Y si quieres contarme algo maravilloso que te haya pasado… ya sabes dónde encontrarme.
Te leo en los comentarios.
Un abrazo grandototototote,
Espe
Hello, community, how are you?
Happy start of the week to all.
What I am about to tell you today will probably not seem interesting to many people. Maybe it won't add anything transcendental to your lives... but for me, it is an apotheosis event. So I want to share it, because who knows, maybe someone on the other side of this universe called Hive will get excited with me, resonate, rejoice... or even tell me that they also experienced something this special back in the day.
As you know (and if you didn't know, here I tell you about it), I give art therapy workshops with a therapeutic approach. They are not just handicrafts or cute drawings. They are spaces where we work on emotions, fears, limiting beliefs, everything that many times we cannot or do not know how to express with words. We do it from art, therapeutic writing, and now also from a beautiful technique called scrapbooking.
Scrapbooking is not new to me. I've been practicing it since I was about six years old, when I used to glue in notebooks a candy wrapper, a leaf fallen from the tree, a napkin from some special place. It is a way to make memories, to tell stories without the need for great resources, just with what you keep from the road.
Since last year I have been offering therapeutic writing workshops that I called Express yourself: say it with your hands.
This year I want to repeat the saga from August, because I feel that in the second half of the year we need to reconnect and reevaluate. But for that I need materials: newspapers, magazines, old papers, clippings... yes, that beautiful “trash” that others throw away and that for me is gold.
I live in San Miguel, Buenos Aires, and for months now I have been asking for materials in local donation and exchange groups.
No one responded. So I decided to widen the search radius and publish in groups in the capital. I explained why I needed them, and what was my surprise... the number of people who wrote me was impressive!
Just that week I was sick, with high fever and strong flu (and as I am asthmatic, it was even more difficult). But today, taking advantage of the holiday, I got up the courage.
My daughter had to work in the afternoon, so we left early in the morning with our carts, like two little ants searching for treasures.
And we found gold!
Collectible magazines, atlases, tourism booklets with beautiful images, wallpapers, photographs, yellow pages, encyclopedias... even fabric and transparent paper!
Everything perfectly organized in boxes. There were even people who helped me load, arrange, and put things on the cart. They took the time to be nice.
I was only able to stop by two places today. I have two more coming up on Friday. And my daughter, once again, said, “Mom, I'll go with you.” 💛
I am excited, grateful, moved. Not only for what I received, but for what I felt. Because those people who do not know me took the time to sort, pack, and give me something that has value (economic and emotional). That detachment is an act of immense generosity. It speaks of the human quality that we often think is lost.
And I do believe in energies. I believe that what you emanate, you attract. I emanate gratitude. I give, and I trust. And what I received today is a confirmation that there are more of us good people. That when you do things with love and authenticity, there are people willing to help you, without interest, just because.
Many people told me: “How can you ask for things like that? What if someone makes fun of you? What if they criticize you?”.
And I say: What if someone is happy? What if someone helps you? What if someone connects with your purpose?
Don't underestimate the power of asking for help honestly.
Today, this small act (which may mean nothing to others) filled me with gratitude and hope. And that's why I wanted to share it.
If you too are working on a project, a dream, a cause, don't hold back. Ask, search, connect. You might be surprised as I was.
Thanks for reading me.
And if you want to tell me something wonderful that happened to you... you know where to find me.
I'll read you in the comments.
A big big big hug,
Hope
Foto/Photo by: @esperanzalandia
Edición de Fotos/Photo Editing by: @esperanzalandia
Emojic diseñados en la app / Emojic designed in the app Bitmoji
Diseño de portada / Cover Design by Canva
Traducido con/ Translated with: Deepl
Hoy me agradezco por los miedos que vencí aún con las piernas y el alma rota. Esperanza
Today I thank myself for the fears I overcame even with broken legs and soul. Hope
