En realidad la imagen fue capturada un viernes en que buscaba ingredientes para preparar una taza de chocolate caliente.
Luego de considerar las opciones del súper, opte por esperar al sábado y en la dietética, donde compramos condimentos y semillas a granel, compre 100 gramos de cacao en polvo.
Valió la pena esperar. El resultado tan bueno o mejor que el tradicional elaborado con la tableta de chocolate de taza.
Más económico, menos conservantes, edulcorantes y azúcar. Solo la nosotros decidimos incorporar.
A mí me gusta dulce y espeso, cuando lo preparo me olvido de dietas. Un bizcocho para mojar o unos picatostes fritos para acompañar.
Eso sí, nada de maicena para espesar. Aunque me tachen de exagerado, mi receta es:
50 gramos de cacao en polvo, 2 litros de leche entera, 5 cucharadas de azúcar y al fuego. Revolver y mezclar con frecuencia, cuidando de que no rompa a hervir y se derrame.
Cuando se vea que mermo a la mitad y tomo el color oscuro característico estará listo para servir.
Alguna vez hice churros para acompañar y completar este pecado, pero sin churrera es complicado.
Un kilo de harina y un litro de aceite alcanzan para unas cuarenta personas, pero da trabajo. Agua hirviendo con sal para la masa, nada más. Y algo de azúcar para espolvorear.
Recordando lo ricos que son los churros recién hechos, me dan ganas de buscar una churrera, pero luego me acuerdo del desastre que resulta de estar friendo y que hay que limpiar la cocina y se me pasa.
Con suerte llega la primavera en Hive, como la sueña Marcos y Marcelo, y me puedo embarcar para Madrid, donde sin duda Jose Luis sabrá orientarme hasta un buen lugar donde degustar churros, porras y tejeringos.
Soñar es gratis, y como le estaba diciendo a mi amiga Marluy, algunas ventajas tiene llegar a viejo.
Feliz día para todos.
Hoy estaré ocupado en otros menesteres. Mañana Dios mediante, respondo sus comentarios y cuento con
qué recuperado mi HP, pueda otorgar algún voto.
Ahora un espacio para que el traductor de Google haga su labor en favor de los anglolectores.
Now a space for Google Translate to do its work for English readers.
Featured Wednesday
The image was actually captured on a Friday when I was looking for ingredients to make a cup of hot chocolate.
After considering the supermarket options, I decided to wait until Saturday and, at the health food store, where we buy spices and seeds in bulk, I bought 100 grams of cocoa powder.
It was worth the wait. The result was as good or better than the traditional hot chocolate bar.
It's cheaper, has fewer preservatives, sweeteners, and sugar. We just decided to add it.
I like it sweet and thick; when I make it, I forget about diets. A sponge cake to dip or some fried croutons to go with it.
Of course, no cornstarch to thicken it. Although I may be called an exaggeration, my recipe is:
50 grams of cocoa powder, 2 liters of whole milk, 5 tablespoons of sugar, and heat. Stir and mix frequently, taking care not to boil over.
When it shrinks by half and takes on the characteristic dark color, it's ready to serve.
I've once made churros to accompany and complete this sin, but without a churrera it's complicated.
A kilo of flour and a liter of oil are enough for about 40 people, but it's a chore. Boiling salted water for the dough, nothing else. And some sugar for sprinkling.
Remembering how delicious freshly made churros are, I feel like looking for a churrera, but then I remember the mess that comes from frying them and cleaning the kitchen, and I forget.
Hopefully, spring will arrive in Hive, as Marcos and Marcelo dream of, and I can embark for Madrid, where Jose Luis will undoubtedly be able to direct me to a good place to enjoy churros, porras, and tejeringos.
Dreaming is free, and as I was saying to my friend Marluy, there are some advantages to getting older.
Happy day to everyone.
Today I'll be busy with other things. Tomorrow, God willing, I'll respond to your comments and hope
that, once my HP has recovered, I can give you some votes.