Saludos, amigos #hives. ¡Aquí estoy de nuevo!
Hoy quiero compartirles un hermoso recuerdo que tuve la oportunidad de vivir. Muchas gracias por su apoyo.🤗❤️🩹
En 2024, poco antes de salir del país, tuve la oportunidad de reencontrarme con mi querida prima Alicia. Hacía tiempo que no nos veíamos, ya que ella vive en Santiago de Cuba y yo vivía en La Habana. Alicia tuvo que viajar a la capital por cuestiones de trámites y se hospedó en mi casa.
Entre nosotras solo hay dos años de diferencia, por lo que compartimos gustos similares y siempre nos hemos llevado muy bien. Como Alicia no había tenido la oportunidad de conocer La Habana, al día siguiente de su llegada salimos rumbo al centro de la capital para darle un recorrido turístico.
Caminamos por los parques del Vedado, como el Parque G también conocido como Avenida de Los Presidentes y Paseo, y admiramos las bellas arquitecturas que rodean esta zona. De paso, nos tomamos varias fotos.
Mientras paseábamos, mi prima me contó que una amiga en Santiago le había hablado de la heladería “Ela y Paleta”, ubicada detrás del Hotel Presidente. Esto despertó su curiosidad y quiso conocer el lugar.
Yo también había oído hablar de esa heladería y había visto fotos de amigas que la visitaron.
Y, como la curiosidad mató al gato, pero se murió sabiendo jajaja😂😅🤣, nos dirigimos caminando hacia Ela y Paleta, que nos quedaba cerca. Al llegar, nos encantó cómo lucía el lugar desde afuera.
En la entrada había un carrito dispensador para quienes quisieran un helado rápido sin necesidad de entrar a sentarse.
En nuestro caso, hicimos una pequeña fila para entrar y conocer el interior. ¡No nos íbamos a quedar sin explorar todo!
Tras unos minutos, entramos y fuimos recibidas con una cálida bienvenida por parte del personal, quienes nos explicaron cómo realizar la compra y pagar.
La variedad de sabores era espléndida, al igual que las paletas con todo tipo de rellenos y cubiertas. Ambas optamos por lo mismo: un batido tamaño grande acompañado de una sabrosa paleta con cubierta de chocolate y confeti como decoración.
Yo pedí un batido de fresa con licor de chocolate y una paleta de fresa; mi prima eligió un batido de chocolate con licor de chocolate y una paleta de caramelo. ¡Fueron una delicia total, amigos! Los sabores eran espectaculares y completamente originales.
Nos sentamos unos minutos a disfrutar nuestro pedido y carlar para ponernos al día.
Con nuestros batidos en mano, continuamos nuestro recorrido hacia el Hotel Nacional, uno de mis lugares favoritos. No podía dejar pasar la oportunidad de que Alicia lo conociera.
Nos tomamos varias fotos, disfrutamos de una vista hermosa, un gran ambiente, buena música y un clima perfecto. Fue una tarde inolvidable.
Regresamos a casa más que contentas y satisfechas con el paseo.
Esperamos reunirnos nuevamente en el futuro para continuar con nuestro tour turístico.
Texto y fotografías de mi propiedad.
Libre de IA.
Traducido con ayuda de DeepSeek.
Greetings, friends #hives. Here I am again!
Today, I want to share a beautiful memory I had the chance to experience. Thank you so much for your support. 🤗❤️🩹
In 2024, shortly before leaving the country, I had the opportunity to reunite with my dear cousin Alicia. It had been a while since we last saw each other, as she lives in Santiago de Cuba and I lived in Havana. Alicia had to travel to the capital for some paperwork and stayed at my place.
There’s only a two-year age difference between us, so we share similar tastes and have always gotten along very well. Since Alicia hadn’t had the chance to explore Havana, the day after her arrival, we headed to downtown Havana to give her a little tour.
We walked through the parks of Vedado, like Parque G, also known as Avenida de Los Presidentes and Paseo, and admired the beautiful architecture surrounding the area. Along the way, we took several photos.
As we strolled, my cousin told me that a friend in Santiago had told her about the ice cream shop “Ela y Paleta”, located behind the Hotel Presidente. This piqued her curiosity, and she wanted to check it out.
I had also heard about that ice cream parlor and had seen photos from friends who visited.
And, since curiosity killed the cat, but it died knowing, hahaha 😂😅🤣, we walked to Ela y Paleta, which was nearby. When we arrived, we loved how the place looked from the outside.
At the entrance, there was a small cart for those who wanted quick ice cream without sitting inside.
In our case, we waited in a short line to go inside and explore. We weren’t going to miss out on the full experience!
After a few minutes, we entered and were warmly welcomed by the staff, who explained how to order and pay.
The variety of flavors was splendid, as were the popsicles with all kinds of fillings and toppings. We both chose the same: a large milkshake paired with a delicious popsicle covered in chocolate and sprinkles.
I ordered a strawberry milkshake with chocolate liqueur and a strawberry popsicle; my cousin chose a chocolate milkshake with chocolate liqueur and a caramel popsicle. They were absolutely delicious, friends! The flavors were spectacular and completely original.
We sat for a few minutes to enjoy our treats and catch up.
With our milkshakes in hand, we continued our walk to the Hotel Nacional, one of my favorite places. I couldn’t miss the chance to show it to Alicia.
We took several photos, enjoyed a beautiful view, a great atmosphere, good music, and perfect weather. It was an unforgettable afternoon.
We returned home more than happy and satisfied with our outing.
We hope to meet again in the future to continue our little tourist tour.
Text and photos are my own.
AI-free.
Translated with the help of DeepSeek.