Hola, linda comunidad.
Recientemente, revisando mi galería, me encontré con unas fotos de hace algunos años que me recordaron mis inicios en el proceso de tener mis uñas bonitas. Quiero compartir esa historia un poco vergonzosa para mí con ustedes.
Puede parecer poco creíble, pero ha sido un proceso difícil. Tal vez piensen: “¿Qué tan complicado puede ser tener las uñas largas y arregladas?” Bueno, en mi caso, bastante... todo por ser una persona un poco (bastante) ansiosa.
Desde muy pequeña necesitaba estar haciendo algo con mis manos cuando me sentía así, y eso me llevó a romperme las uñitas yo misma o comérmelas. Es un muy mal hábito. No soy, para nada, un buen ejemplo a seguir, y sabía que estaba mal. Incluso me escondía de mi mamá porque siempre me regañaba (con toda la razón). Pero se convirtió en algo que no podía controlar.
Hasta que, a mis lindos 14 añitos, estando en la casa de mi abuela, nos visitó una prima que tenía unas súper uñas. Jamás había visto uñas naturales tan largas y tan bonitas como las de ella.
Ese día fue como un “despertar”, chistosamente, porque aunque siempre hablaron conmigo sobre lo mal que estaba mi hábito, yo carecía de iniciativa. Entonces, ese pequeño acontecimiento en mi vida fue el impulso que necesitaba.
Lo que no sabía es que ese sería el paso más fácil. Ahora, mi “mini yo” de 14 años tenía que desarrollar perseverancia.
Y aunque hubo muchas dificultades, ¡lo logré! Pero no fue al primer intento. Tantos años con el mismo hábito no me iban a dejar tan fácil. Fueron muchos meses de romper otras cosas que no fueran mis uñas.
De verdad, desearía darle un abrazito a mí yo de ese momento; la pasó bastante mal.
Probé remedios para hacer crecer las uñas y otros superinventos para dejar el hábito. Recuerdo que una vez me propusieron echarme sábila en las uñas porque huele feo, pero realmente huele muy feo.
Cuando por fin logré tener mis uñitas sanas y fuertes, se hizo muy popular un servicio de uñas llamado semipermanente. Podías proteger más tus uñas y hacerte lindos diseños. Creo que desde ahí me condené de por vida.
Me gustó tanto que no podía esperar a mi próxima cita para volver a tener otro diseño bonito. Y el crecimiento en mis uñas se notaba cada vez más.
Se convirtió en mi momento favorito del mes. Lo disfrutaba un montón y también me encantaba experimentar con los diseños. En el proceso, descubrí que tener las uñas arregladas te da un superpoder, nadie lo nota, pero tú te sientes bien y te ves bien.
Hello, nice community.
Recently, going through my gallery, I came across some photos from a few years ago that reminded me of my beginnings in the process of having my nails beautiful. I want to share that slightly embarrassing story for me with you.
It may not seem believable, but it has been a difficult process. You may be thinking, “How complicated can it be to have long, manicured nails?” Well, in my case, quite a bit...all because I'm a bit (quite) an anxious person.
From a very young age I needed to be doing something with my hands when I felt that way, and that led me to break my nails myself or eat them. It's a very bad habit. I'm not a good role model at all, and I knew it was wrong. I would even hide from my mom because she would always scold me (rightfully so). But it became something I couldn't control.
Until, at the age of 14, when I was at my grandmother's house, a cousin of mine visited us and she had super nails. I had never seen natural nails as long and as beautiful as hers.
That day was like an “awakening”, jokingly, because although they always talked to me about how bad my habit was, I lacked initiative. So, that little event in my life was the boost I needed.
What I didn't know was that it would be the easiest step. Now, my 14-year-old “mini-me” had to develop perseverance.
And although there were many difficulties, I did it! But not on the first try. So many years with the same habit wasn't going to let me off that easy. It was many months of breaking things other than my nails.
I really wish I could give a hug to the me of that moment; I had a hard time.
I tried nail regrowth remedies and other super inventions to kick the habit. I remember one time they suggested I put aloe vera on my nails because it smells bad, but it really smells bad.
When I finally got my nails healthy and strong, a nail service called semi-permanent became very popular. You could protect your nails more and make pretty designs. I think I was doomed for life from that point on.
I loved it so much that I couldn't wait for my next appointment to get another pretty design again. And the growth on my nails was more and more noticeable.
It became my favorite time of the month. I enjoyed it a ton and also loved experimenting with the designs.In the process, I discovered that having your nails done gives you a superpower, no one notices, but you feel good and look good.