This Tuesday, some great things happened. They have nothing to do with money or material gain, but rather with the satisfaction of a job well done, and also with the transformation process we need to truly do a better job as university professors.

In the afternoon, I attended in-person classes at the postgraduate campus. For those who haven't read me yet, I'm pursuing a Master's degree in Higher Education. The idea is to improve my knowledge in order to create a creative, evolving, critical learning environment, without losing sight of what we want to teach, while at the same time learning from our students.

I don't have a lifetime of experience as a teacher, and I think that somehow the Master's degree with this method we've been working on makes me see things from a different perspective, beyond traditional education, without criticizing our good teachers.

The semester just started, and this was my first face-to-face contact with the teacher, who, by the way, we shouldn't call him a professor but rather a partner. Hehehe, you might ask, "Where did the respect go?" But they had to be in the classroom to realize how good this knowledge partner is at his job.

This professor is a philosopher with several doctorates, with an impressive resume despite not being elderly. My expectations for the class weren't high; I just thought it would be just another class to complete.

I'd like to tell you that since we arrived, the "partner" 🤭 was evaluating us in his own way. We even had to make an individual presentation of a conceptual map, but the methodology in the classroom was totally different.

The class developed in the middle of a conversation; everything was related to the activity we were supposed to present, but in a bold way planned by the "partner." Everything was answered from the experience of the teachers who attended the master's program, and how we are applying the content.

Nothing was traditional; the class seemed more like an unlearning therapy, a term that isn't new to the master's program but that we should go deeper to truly transform our way of educating, particularly university students.

The partner carried out several dynamics that at first we disapproved, hehehe, but in the end he repeated the dynamics and we all saw what we didn't understand at the beginning, and that is part of unlearning.

The class was relaxing, there was total concentration on everything that was said in the classroom, from the partner to the rest of the participants. It was a little strange to call the professor a partner, but it's part of his work method because for him we are all his partners in knowledge and if we call him "profe" he lowers our grade, so it's better not to take the risk, hehehe.

This form of learning is excellent for improving our work as teachers. We can guide ourselves in a classroom with the syllabus or the content of the subject. However, it is important to motivate critical thinking in students, put creativity into practice, and create bonds with students without losing respect. Beyond affirming that the learning process is completed, it is important for students to see the knowledge acquired reflected in different areas of their lives. This is my plan and intentions, based on the subjects assigned to me at the university, which are in the social area.

I applaud teachers who seek to change the traditional approach to education, without overlooking the importance of achieving meaningful learning. It's a challenge. In the classroom, I guide students with my work method. There will always be changes because it's important to evolve, and it doesn't just have to do with technology but with the methods applied to university education. It was an extraordinary class, for which I am eternally grateful, because it opened my vision beyond my nose.

Éste martes pasaron cosas buenisimas, no tienen que ver con dinero ni ganancias materiales, sino con la satisfacción del deber cumplido, también de ese proceso de transformación que necesitamos para realmente hacer un mejor trabajo como docentes universitarios.

Por la tarde asistí a clases presenciales en la sede de postgrado. Para los que aun no me han leído, estoy realizando una maestría en Educación Superior, la idea es mejorar mis conocimientos a fin de crear un ambiente de aprendizaje creativo, en evolución, crítico, sin perder la visión de lo que se quiere enseñar, al mismo tiempo que aprendemos de los estudiantes.

No tengo la experiencia de toda la vida siendo docente, y pienso que de alguna forma la maestría con éste método que se viene trabajando me hace ver las cosas desde otra perspectiva, mas allá de la educación tradicional, sin criticar a nuestros buenos profesores.

Recien comenzó el semestre, y éste fue el primer contacto presencial con el docente que de paso, no debemos decirle profesor sino socio, Jejeje, ustedes dirán y ¿Donde quedó el respeto? Pero tenían que estar en el aula para darse cuenta lo bueno que es éste socio del conocimento en su trabajo.

Éste profesor es filosofo con varios doctorados, con un currículum impresionante a pesar de que no es una persona de avanzada edad. Las expectativas para mi de la clase no eran altas, simplemente pensé que seria una clase más por cumplir.

Decirles que desde que llegamos el "socio" 🤭 estaba evaluando a su manera, incluso debíamos hacer una presentacion individual de un mapa conceptual, pero la metodología en el aula fue totalmente diferente.

La clase se desarrollo en medio de un conversatorio, todo estaba relacionado con la actividad que debíamos presentar, pero de una forma audaz que planifico el "socio", todo se respondia desde la experiencia de los docentes que asistimos a la maestría, y como vamos aplicando el contenido.

Nada fue tradicional, la clase parecía mas bien una terapia para desaprender, termino que no es nuevo en la maestría pero que debemos profundizar para realmentar transformar nuestra forma de educar, en éste particular a estudiantes universitarios.

El socio realizó varias dinámicas que a primer momentos salimos desaprobados, Jejeje, pero al final nos repitió la dinámica y todos vimos lo que no entendimos al inicio, y eso es parte del desaprender.

La clase fue relajante, hubo concentración total en todo lo que se dijo en aula, desde el socio hasta el resto de los participantes. Fue un poco extraño llamar al profesor socio, pero es parte de su método de trabajo porque para él todos somos sus socios del conocimento y si lo llamamos profe nos baja nota, así que mejor no correr el riesgos, Jejeje.

Ésta forma de aprendizaje es excelente para mejorar nuestro trabajo como docentes, podemos guiarnos en un aula de clases con el programa o el contenido de la materia, sin embargo, motivar en los estudiantes el pensamiento crítico, poner en práctica la creatividad, crear vinculos con los estudiantes sin perder el respeto es importante, y que mas allá de afirmar que se cumple con el proceso de aprendizaje, es que los estudiantes vean reflejados los conocimientos adquiridos en diferentes ámbitos de su vida, ese es mi plan e intensiones, a partir de las materias que tengo asignadas en la universidad que son del el área social.

Aplaudo a los docentes que buscan cambiar la tradicionalidad de la educación, sin apartar lo importante que es lograr un aprendizaje significativo. Es un reto, en el aula conduzco a los estudiantes con mi método de trabajo, siempre habrán cambios porque es importante evolucionar, y no solo tiene que ver con la tecnología sino con los métodos que se aplican a la educación universitaria. Fue una clase fuera de serie, que agradezco eternamente, porque me abrió la visión mas allá de mi nariz.