A veces, la propia vida nos dice: "¡Oye, reacciona!" Nos adelantamos o apresuramos tanto por alcanzar algo, que no medimos el sacrificio que estamos haciendo y, obviamente, en algún momento todo colapsa. Pero nunca todo está perdido, e incluso en los momentos más difíciles es que podemos hallar nuestra razón e identidad, cambiar de dirección, darnos un poco más de cariño... ¿Por qué apresurarnos tanto? Hay que llevar un equilibrio en casi todas las actividades que hacemos, y no olvidar nunca la bendición de vivir con inteligencia, con amor y sobre todo con armonía, aunque existan barreras o duros tropiezos.
Abril me enseñó eso: hay que empezar a redirigir algunas cosas y evaluar otras. No podemos encerrarnos en la negatividad o en los miedos, hay que luchar y nunca bajar la cabeza. Nunca es tarde para amarse más, y eso contempla dejar a un lado lo que nos hace daño para integrarnos más con nuestro propio bienestar. Lo más bonito es que cuando tienes una especie de conexión contigo mismo, logras sanar rápidamente, o al menos tratas de entender las circunstancias y reflexionarlas con profundidad, de la mano de Dios, por supuesto.
Los ciclos malos acaban, y a continuación, llegan las cosas buenas y bonitas, plagadas de bendiciones inesperadas. Espero que abril, que ya terminó, les haya dejado espacio para la reflexión y el amor propio 😊.
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English Version
Sometimes life itself tells us: "Hey, react!" We rush or rush so far to achieve something that we don't measure the sacrifice we're making, and obviously, at some point, everything collapses. But all is never lost, and even in the most difficult moments, we can find our reason and identity, change direction, give ourselves a little more love... Why rush so much? We must maintain balance in almost every activity we do, and never forget the blessing of living intelligently, with love, and above all, with harmony, even if there are barriers or hard setbacks.
April taught me that: we must begin to redirect some things and evaluate others. We can't lock ourselves away in negativity or fear; we must fight and never give up. It's never too late to love ourselves more, and that includes letting go of what hurts us to become more integrated with our own well-being. The most beautiful thing is that when you have some kind of connection with yourself, you can heal quickly, or at least try to understand the circumstances and reflect on them deeply, with God's help, of course.
Bad cycles end, and then come good and beautiful things, filled with unexpected blessings. I hope that April, now over, has left you with time for reflection and self-love 😊.