Las nuevas generaciones quizás no habían oído hablar del "profesor" Greg Maddux. Fue el abridor número uno de los Bravos de Atlanta, en una de las mejores rotaciones vistas en la historia de las ligas mayores: Tom Glavine, John Smoltz, Kevin Millwood y Danny Neagle, seguían a Maddux. Estos lanzadores se encargaron de aterrorizar a los bateadores de la liga nacional en la década de los noventa. Contrariamente a lo que se piensa y a pesar de que el equipo se convirtió en una dinastía, sólo pudieron hacerse con la serie mundial de 1995.
Greg no era un lanzador de pelota rápida, sino poseedor de un arsenal de pitcheos que mezclaba con mucha inteligencia. Era toda una cátedra de pitcheo verle lanzar y por ello se ganó el apodo del "profesor" Jugaba con la mente del bateador, lanzaba strikes a tal punto que tenía al contrario rápidamente con desventaja en el conteo. Así las cosas, se convirtió en el rey del ponche de la liga Nacional por mucho tiempo. y ¿Por qué hablamos de él? Bien, Justin Verlander le rebasó en la cantidad de ponches logrados a lo largo de su carrera.
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The new generations may not have heard of "Professor" Greg Maddux. He was the number one starter for the Atlanta Braves, in one of the best rotations seen in major league history: Tom Glavine, John Smoltz, Kevin Millwood and Danny Neagle, followed Maddux. These pitchers were responsible for terrorizing National League hitters in the 1990s. Contrary to popular belief and despite the team becoming a dynasty, they were only able to capture the 1995 World Series.
Greg was not a fastball pitcher, but he possessed an arsenal of pitches that he mixed with a lot of intelligence. He played with the batter's mind, throwing strikes to such an extent that he had the opponent quickly at a disadvantage on the count. So, he became the strikeout king of the National League for a long time. And why are we talking about him? Well, yesterday Justin Verlander surpassed him in the number of strikeouts achieved throughout his career.
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En el juego de ayer, Verlander pasó por la guillotina a nueve condenados en seis capítulos completos y llegó a la respetable cantidad de 3.377 abanicados, por encima de los 3.371 logrados por Maddux. Al igual que Greg, Verlander no es un pitcher con recta poderosa. Luego de dos operaciones en el brazo de lanzar, fue trocando velocidad por inteligencia y el resultado ha sido parecido al histórico lanzador de Atlanta. Con el logro se convirtió en el décimo lanzador con más ponchados en la historia de la MLB. Un seguro salón de la fama.
La victoria 6-3, aderezada por José Altuve al irse de 5-3 con una anotada, sirvió para que los Astros se acercaran a medio juego de los Rangers de Texas en el segundo puesto de la división oeste de la liga Americana. Algo impensable, luego del largo bache de derrotas al principio de la zafra. Demás está decir, que el pitcheo abridor ha levantado su nivel para hilar las victorias que los siderales han logrado, para alcanzar a los campeones mundiales. Quienes, a su vez, han perdido la brújula del bate y han sido blanqueados varias veces en los últimos 15 partidos.
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In yesterday's game, Verlander went through the mound with nine strikeouts in six full chapters and hit a respectable 3.377 strikeouts, ahead of the 3.371 hit by Maddux. Like Greg, Verlander is not a power-straight pitcher. After two operations on his pitching arm, he traded velocity for intelligence and the result has been similar to the historic Atlanta pitcher. With this achievement, he became the tenth pitcher with the most strikeouts in MLB history. A sure hall of famer.
The 6-3 victory, spiced by José Altuve going 5-3 with a run scored, helped the Astros move within half a game of the Texas Rangers for second place in the American League West division. Something unthinkable after the long losing streak at the beginning of the season. Needless to say, the starting pitching has raised its level to string together the victories that the Rangers have achieved to catch up with the world champions. They, in turn, have lost their batting compass and have been blanked several times in the last 15 games.
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En otros partidos, el abridor de los Orioles de Baltimore, el venezolano Albert Suárez transitó cuatro episodios sin permitir carreras, espació dos hits, permitió dos pasaportes y ponchó a tres contrarios. Aunque no tuvo decisión, fue una buena apertura que se vió apoyada por otro criollo. El bateador designado Anthony Santander, produjo las dos carreras de irse arriba en el octavo episodio, al largar un cuadrangular con uno a bordo. Al voltear el juego, el compañero que le siguió, terminó de sellar la victoria 5-3 sobre los Medias Blancas de Chicago con otro jonrón.
El triunfo sirvió para que los Orioles no se alejaran de los Yankees de Nueva York en la división este de la liga Americana, de quienes se encuentran a 3 juegos de distancia. Santander puede que se haya sacado de encima el slump que le tiene bateando para AVE .205, lo que le ha ganado varias visitas al banco de los oropéndolas. Suárez, por su parte, sigue siendo utilizado como abridor ocasional, ya que sus últimas dos apariciones fueron en plan de relevo. Con todo, su promedio de efectividad se encuentra en un bajísimo 1.53 carreras permitidas por cada 9 innings lanzados. Ojalá termine de ganarse la confianza de su manager para abrir. Nos leemos por allí.
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In other games, Baltimore Orioles' starter, Venezuelan Albert Suárez, pitched four episodes without allowing any runs, gave up two hits, allowed two passports and struck out three opponents. Although he did not get a decision, it was a good start that was supported by another Venezuelan. Designated hitter Anthony Santander, produced the two runs to go ahead in the eighth inning, when he homered with one aboard. When the game turned around, the teammate who followed him, finished sealing the 5-3 victory over the Chicago White Sox with another home run.
The win kept the Orioles within three games of the New York Yankees in the American League East division. Santander may have shaken off the slump that has him batting AVE .205, which has earned him several visits to the Orioles' bench. Suarez, meanwhile, continues to be used as an occasional starter, as his last two appearances were in relief. Still, his ERA stands at a very low 1.53 runs allowed per 9 innings pitched. Let's hope that he will earn his manager's trust to start. We'll read you there.
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