En incontables ocasiones escuché a mi abuela mencionar el dicho popular con el que titulé mi artículo de hoy, siempre me pareció gracioso ya que solía invocarlos precisamente cuando no llovía. Con el tiempo aprendí que su significado no estaba emparentado con las precipitaciones sino con alguna circunstancia, generalmente pesarosa que era soslayada o desechada con la esperanza que desapareciera, como ocurre con la lluvia que por más que a veces parezca que nunca terminará y pasan días donde todo esta húmedo y desapacible, en algún momento para y deja de llover.
Seguramente eso mismo pensaron los organizadores de la carrera de ayer de Fórmula Uno, cuando decidieron poner bandera roja luego de dar solo una vuelta con el auto de seguridad marcando el camino. Esa decisión y la demora de más de una hora en volver a alinear los vehículos para la partida definitiva trajo un sin fin de opiniones encontradas antes y después de la competencia.
Durante esa hora y poco más que se decidió esperar, escuché muchas opiniones de los comentaristas que debieron extremar recursos para estirar el programa de cualquier manera, más aun cuando los vehículos quedaron en fila en la calle de salida a la pista y todos los equipos debieron colocarles gazebos para resguardarlos de las inclemencias del tiempo.
No les faltó razón a esos periodistas para decir que en una época donde los vehículos, los neumáticos y los circuitos tienen la mayor seguridad jamás lograda antes en la categoría, de todas maneras se prefirió no correr y esperar una mejora en las condiciones climáticas. Algo similar escuché decir al campeón del mundo luego de finalizada la carrera, al comentar sobre esa demora, injustificada según sus propias palabras.
Todos sabemos que los pilotos cuando hablan, cuando hacen declaraciones a través de la radio del vehículo, siempre es con la intención de que las autoridades tomen nota de lo que dicen, lo mismo ocurre con las entrevistas luego de la carrera y aquí es probable que Verstappen entienda que hubiera tenido una mejor actuación si la competencia se hubiera largado con lluvia.
Seguramente los responsables de la dirección de carrera piensen en la seguridad de los pilotos y no se puede discutir eso, también es muy cierto que nadie piensa en el público y en el espectáculo, que viene siendo bastante pobre desde mucho tiempo a esta parte gracias a la poca colaboración de los equipos al no tener vehículos que puedan competir de igual a igual. Pasan las carreras y los McLaren continúan siendo imbatibles, salvo por las apariciones fantasmales del Red Bull número 1 que se niega, tozudamente, a abandonar su condición y continúa luchando a cualquier precio aunque todos sepamos que es una pelea estéril.
A todo esto, llovió y paró. En eso tenían razón los de la dirección de carrera y se largó con auto de seguridad dando muchas vueltas detrás, cinco para ser preciso, que en un circuito tan largo parecieron interminables.
Como en la carrera Sprint del sábado, el segundo, en este caso Piastri, adelantó al primero y se fue. No hubo forma de acercarse para su compañero de equipo, que cometió un error en esa largada al no recargar bien las baterías. Ese error no fue el único, tuvo varios a lo largo de toda la competencia que hicieron imposible su esfuerzo por acercarse. Se lo vio enojado después de la bandera cuadros, supongo que debe haber sido consigo mismo, no hubo otro culpable de que Piastri volviera a sacarle ventaja en el torneo.
La carrera fue aburrida, sin lluvia y con un Piastri intratable solo quedaron algunos pocos puntos de interés, por ejemplo, los 4 que largaron en los últimos lugares por cambios en los vehículos que penalizan de esa manera, de ellos el mejor lejos fue Hamilton que a la postre resultó el piloto del día al adelantar 11 posiciones y finalizar en el séptimo lugar. No mucho más para decir.
Ganó Piastri y se alejó un poco en esa lucha dentro de la propia escudería para quedarse con el campeonato de pilotos, el de constructores ya lo tienen en el bolsillo desde hace bastante tiempo.
Sinceramente no se si lo que hicieron las autoridades de la competencia estuvo bien o no, el tema de la seguridad es primordial, aunque también es muy cierto que ahora es normal para los pilotos correr y terminar de una sola pieza, un poco de agua quizás hubiera hecho una carrera más entretenida para el público y les hubiera ahorrado una buena mojadura. No lo se.
On countless occasions, I heard my grandmother mention the popular saying that titles my article today. I always found it funny since she used to invoke them precisely when it wasn't raining. Over time, I learned that its meaning wasn't related to precipitation itself, but to some circumstance, usually a distressing one, that was ignored or dismissed in the hope that it would disappear, as happens with rain. Even though it sometimes seems like it will never end and days go by where everything is damp and unpleasant, at some point it stops, and the rain stops.
Surely that's what the organizers of yesterday's Formula One race thought when they decided to put out the red flag after only one lap with the safety car leading the way. That decision, along with the delay of more than an hour in realigning the vehicles for the final start, generated numerous conflicting opinions before and after the race.
During that hour or so that it was decided to wait, I heard many opinions from the commentators who had to go to extreme lengths to stretch the program in any way possible, even more so when the cars were left lined up on the starting lane and all the teams had to set up gazebos to protect them from the elements.
Those journalists were right to say that in an era where vehicles, tires, and circuits are the safest ever achieved in the sport, it was still preferred not to race and wait for an improvement in weather conditions. I heard the world champion say something similar after the race ended, commenting on the delay, which, according to him, was unjustified.
We all know that when drivers speak, when they make statements over the car radio, it's always with the intention that the authorities take note of what they say. The same goes for post-race interviews, and here Verstappen likely believes he would have performed better if the race had started in the rain.
Surely those in charge of race direction are thinking about the drivers' safety, and there's no arguing with that. It's also very true that no one is thinking about the public and the spectacle, which has been quite poor for a long time now, thanks to the lack of collaboration between the teams due to their lack of vehicles that can compete on equal terms. Races go by, and the McLarens remain unbeatable, except for the ghostly apparitions of the number 1 Red Bull, who stubbornly refuses to give up his status and continues fighting at any cost, even though we all know it's a futile fight.
In the meantime, it rained and stopped. Race direction was right about that, and the race started under the safety car, completing many laps behind—five to be precise—which seemed endless on such a long circuit.
As in Saturday's Sprint race, the runner-up, in this case Piastri, overtook the leader and was gone. There was no way for his teammate to close the gap, having made a mistake at the start by not recharging his batteries properly. That mistake wasn't the only one; he made several throughout the race that made his efforts to close the gap impossible. He looked angry after the checkered flag; I suppose it must have been with himself; no one else was to blame for Piastri's renewed lead in the championship.
The race was boring, with no rain, and with Piastri unstoppable, only a few points remained, for example, the four who started in the last places due to vehicle changes that penalize them in this way. Of these, the best by far was Hamilton, who ultimately emerged as the driver of the day, gaining 11 positions and finishing in seventh place. Not much more to say.
Piastri won and pulled away slightly in the fight within his team to win the drivers' championship; they've had the constructors' championship in their pocket for quite some time.
Honestly, I don't know if what the race authorities did was right or not. Safety is paramount, although it's also very true that drivers now normally race and finish in one piece. A little water might have made the race more entertaining for the spectators and saved them from getting soaked. I don't know.
Héctor Gugliermo
@hosgug