Hoy, un sentimiento de alegría tranquila me invade. No es la euforia desbordante de un logro repentino, sino la satisfacción serena de quien ha alcanzado una meta largamente anhelada. En el ecosistema de Hive, he llegado al nivel delfín. Algo que personalmente aún no me lo creo…
Para algunos, alcanzar este nivel puede ser un paso rápido, una etapa más en su ascenso hacia las ballenas. Para mí, ha sido un viaje pausado, una travesía que he saboreado en cada etapa, durante mi recorrido en este amplio y desconocido océano.
Cuando comencé en Hive, los niveles de minnow, delfín y ballena me parecían conceptos lejanos, casi mitológicos. Veía a los delfines con admiración, imaginando el día en que yo también podría unirme a su grupo. La vida, con sus exigencias y prioridades, a menudo me alejaba de mi objetivo. Mi trabajo como médico, mi familia, mis responsabilidades, competían por mi tiempo y energía. Pero la chispa de la pasión por Hive nunca se apagó, siempre tenía en mente avanzar, como diría mi abuela, “lento pero seguro, a paso de vencedor”.
Poco a poco, fui construyendo mi camino, publicando contenido, interactuando con la comunidad, aprendiendo de los demás. Cada pequeño paso me acercaba a mi meta, aunque a veces el progreso pareciera lento. Y hoy, al ver el icono del delfín en mi perfil, siento una inmensa gratitud. Gratitud hacia la comunidad de Hive, por su apoyo y aliento constante. Gratitud hacia mí mismo, por no rendirme, por creer en mis sueños.
Este logro no es solo un número, es un símbolo de mi perseverancia, de mi capacidad para superar obstáculos, de mi pasión por compartir. Es un recordatorio de que los sueños, por más grandes que parezcan, pueden hacerse realidad con esfuerzo y dedicación.
Sé que el camino hacia la ballena aún es largo, que habrá desafíos y obstáculos. Pero también sé que cuento con la fuerza y la determinación para superarlos.En este viaje, no estoy solo. Cuento con el apoyo de mi familia, de mis amigos, de la comunidad de Hive. Juntos, podemos llegar a la cima.
Y mientras tanto, seguiré disfrutando del camino, aprendiendo, creciendo, compartiendo. Porque al final, de eso se trata Hive: de conectar, de compartir, de construir juntos un mundo mejor.
Ser un delfín en Hive no es solo una cuestión de números, es una cuestión de compromiso, de participación, de ser parte de una comunidad que valora la creatividad y la autenticidad.
Y hoy, me siento orgullosa de ser un delfín, de navegar en estas aguas digitales, de contribuir a la construcción de un ecosistema más justo y descentralizado. Con esta publicación me despido por el día, con el corazón llenito de amor, porque vamos por más mucho más. Nos vemos en la siguiente publicación