Esta semana, al observar la imagen que nos aporta el Profesor, pensé de inmediato en las arepas que hace mi mamá. Esta será mi participación.

La arepa ha sido mi fiel compañera de desayunos y cenas, incluso de algunos almuerzos. La posibilidad de diferentes opciones en su contenido, ha hecho que no me moleste y no me canse de ella. No soy exigente con los rellenos, si es por preferencias me gusta la sencillez de una arepita calientica con queso llanero rallado y mantequilla, exquisita y deliciosa.

Sabemos que su ingrediente principal es harina, agua y una pizca de sal. Sin embargo, hay algo único en cada persona que no se ve, pero se percibe. Podríamos hacer una prueba, por ejemplo, en la que tres personas utilicen los mismos ingredientes y les aseguro que habrá tres arepas con sabores diferentes. Eso me pasa a mí. Me gustan mucho las arepas de mi abuelita Ita, pero las de mi mamá son incomparables. Puede parecer una tontería, pero no lo es.

Las arepas de mi mamá, tienen “ese no sé qué”, que las hace especiales. Su masa es tan suave, que se deshace en mi paladar, tal vez sean sus manos las que le dan esa textura, en la forma de amasarla, pero me hechiza, me fascina, me seduce. Para mí el sabor es distinto, lo disfruto más. En ocasiones me he preguntado, ¿será que utiliza un ingrediente secreto? Estoy segura de que es así, mucho amor y dedicación, ingredientes que no se ven, pero se perciben y se sienten. Y les digo que no solo sus arepas, toda su comida es exquisita y la disfruto mucho. Gracias mamá, por tu comida, por tu amor, te quiero mucho.

Bueno, amigos, esta es mi participación por esta semana.

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Invito a los que se quieran sumar a este concurso, aquí te dejo el enlace

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Gracias por su visita nos vemos pronto.

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