Imagen propiedad @lanzjoseg
En la pesca
Comenzaron las lluvias y creció el río, esta época puede provocar distintas emociones como la alegría por ejemplo, que produce en las personas que saben de la actividad de la pesca bien sea para solo comer o para dedicarse a la venta producto de su trabajo que a su vez termina siendo una forma que tienen para alimentarse. Si aumentan las probabilidades de tener una buena jornada cuando el río está hasta arriba, como se nota en la imagen del majestuoso Río Orinoco en Ciudad Bolívar, estado Bolívar, Venezuela.
Parece algo sencillo como lanzar un hilo con una carnada, pero eso tiene su proceso y cada quien conoce su trabajo; saben como se hace y cuando. En esas extensas aguas que es una bendición de la naturaleza; dando espacio para beneficio de todos, esas personas tienen respeto por el río sin desconocer que guarda sus misterios y se mantienen prudentes en lo que están haciendo, no se lanzan así como locos, sino que están en la distancia que consideran que pueden pescar y protegerse a su vez.
Otros se dirigen al río solo a contemplarlo e imaginar todo lo que puede haber debajo esas profundidades, toman fotografías y solo es un paseo. Pero los pescadores evidentemente van con un firme propósito a otra cosa, es una época que los beneficia porque la saben aprovechar, además de que tienen un rico alimento, quedan como el dicho que dice: Barriga llena, corazón contento. Lo importante es no olvidar de proteger este recurso natural, no contaminarlo y sobre todo respetarlo.
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