Y la imagen de hoy es...

Imagen propiedad de @lanzjoseg

Ya es un hecho que cada artistas que tome en serio su oficio explora y explota su creatividad sin ningún límite. Es curioso e incluso irónico pensar en retrospectiva como todo inicia desde la niñez, desde que rayamos las paredes con crayones, una actividad que a menudo se era muy criticada por nuestros padres, pero en la adultez eso cambia por completo cuando se trabaja en la creación de impresionantes murales en espacios públicos.

Cada forma de expresión artística tiene su encanto único. Estas obras no solo son divertidas, son huellas profundas, firmas permanentes, son demostraciones del talento urbano que permiten que las personas se conecten con su entorno.

Se podría decir que es arte poco convencional. Muchas personas pueden descubrir que se puede crear belleza a partir de objetos cotidianos, como botellas de plástico o en este caso, un par de murales muy bien posicionados en una esquina. Estos materiales pueden transformarse en instalaciones artísticas que cuentan una breve historias y transmiten mensajes importantes sobre la sostenibilidad de un legado.

Además, cabe mencionar que lo común es que los artistas creen obras de arte en plataformas virtuales, llevando el concepto del grafiti en el mural al espacio digital. Pero la magia de volver una fantasía real no tiene comparación, Esa combinación de técnicas tradicionales y modernas ofrece un sinfín de oportunidades para expresar ideas y sentimientos.

El arte se adapta a los tiempos y a las preferencias de quienes lo crean y lo disfrutan. ¿Que se puede hacer cuando ya se ha hecho de todo? Esa pregunta es la que siempre hay que hacerse para innovar.

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