Parafraseando un viejo refrán diría ahora: “Cuando el río sube, peces trae”. Esta frase cobra vida cada año en esta época en las riveras del majestuoso río Orinoco. La imagen que observamos no solo es de una crecida, es el retrato de una promesa ancestral que se cumple cada año: La de la abundancia. En medio de la inundación las aguas marrones y turbulentas que suben los escalones del malecón traen consigo el sustento y la esperanza para muchas personas hoy en día.
El fenómeno natural conocido localmente como la ribazón, es un espectáculo en la naturaleza. Con el aumento del caudal, el río arrastra nutrientes y sedimentos que fertiliza las llanuras; pero también impulsa a los peces a migrar en grandes cardúmenes agua arriba para desovar. Es un ciclo vital para que los pescadores, como lo que están en la baranda, conocen y esperan con ansias cada año. Armados con sus atarrayas y anzuelos aprovechan la cercanía de los bancos de peces a la orilla, convirtiendo la crecida en una temporada de cosecha.
Entre las especies que llegan con la riada ninguna es tan emblemática en Ciudad Bolívar como la Sapoara. Este pez se ha convertido en un símbolo de la identidad local y su pesca durante los meses de Julio y Agosto es una verdadera fiesta popular. La llegada de la Sapoara junto a otras especies como el Coporo , el Boca chico entre otros, garantiza alimentos en la mesa y dinamiza la economía de todos los pueblos que están situados en las orillas de nuestro insigne rio.
Otro pensamiento que me trae a la mente esta imagen, la impresionante cantidad de agua que fluye, el que ha visitado las orillas del rio Orinoco en época de sequía conoce la distancia que hay que bajar hasta la orilla del rio, este año en especial la crecida ha sido tan grande que ya la famosa piedra del medio está apunto se cubrirse totalmente.
Así, la imagen del río Orinoco crecido trasciende la simple observación de un nivel de agua elevado. Es para pensar y un poderoso recordatorio de que la naturaleza con en su inmenso poder, opera en ciclos de renovación. Para el hombre del río, la crecida no es una amenaza sino una bendición que confirma la sabiduría popular: la abundancia llega con la corriente.
La imagen principal es propiedad de @lanzjoseg publicada en el reto Observa, peinsa y escribe de @TopFamily . La segunad foto es de mi propiedad. mis hijos y yo en las orillas del Rio Orinoco.