

Saludos
Antes que nada cordiales saludos a los miembros de la comunidad de Top Five Family, hoy nuevamente participando en este interesante concurso semanal que nos ofrece la comunidad.
Historia:
Camila, era una niña muy hermosa, hija de José, un campesino de Yaracuy que trabaja en la producción de granos de una finca, pero que también cultiva su propia tierra. En ella José, siembra maíz y caraotas, además de eso, tiene un burrito pequeño y dos cochinos.
María, la esposa de José, trabaja en la finca ayudando a la esposa de Don Tobías, el dueño de la tierra. La esposa de Don Tobías, como lo llamaban sus empleados, es una mujer muy buena y decente y trata muy bien a los trabajadores de la finca; sin embargo, Don Tobías, es un hombre de carácter fuerte y medio mal humorado.
Don Tobías, en su finca, tiene animales, entre ellos cochinos, chivos, cabras y caballos, pero sus mayores ingresos vienen de la producción agrícola, posee varias hectáreas sembradas de maíz, y otro tanto de caña de azúcar, Don Tobías, siempre ha dicho que no se puede depender de un solo cultivo, además tiene un sector de la finca con árboles frutales y ahora estaba empezando a comprar otras tierras, de algunos vecinos que habían decidido irse del país.
Una de esas tierras que había comprado, pertenecían a un hombre que maltrataba mucho a los animales, y el dueño de las tierras le vendió, las tierras que tenía con todo lo que tenía adentro, entre esas nuevas propiedades de Don Tobías, había unos 200 pollos hacinados en un galpón pequeño, unos cochinos en muy mal estado y unos caballos.
Entre los caballos, había un caballo que el dueño de esas tierras, usaba para trasladar cargas pesadas en una carreta metálica, el pobre caballo estaba raquítico de lo mal alimentado que estaba y muy golpeado y lastimado, al verlo, Don Tobías había sentido lástima del pobre animal.
Las tierras que Don Tobías había comprado a ese mal tratador de animales, eran vecinas a las tierras de José, su empleado, así que Don Tobías, había pedido a José que fuese a esas tierras el sábado y que se encontrara con él en la casa del antiguo dueño. José efectivamente acudió a la cita, pero fue con María y con Camila.
Don Tobías al ver a la niña, la abrazó, ya que le tenía mucho cariño, además saludo con mucho cariño a María, su mal humos se iba corriendo al ver a Camila, nunca sabía a razón, pero el estar cerca de la niña le tranquilizaba.
Cuando Don Tobías y José visitaron las tierras e hicieron un recorrido, Don Tobías le dijo a José lo que quería hacer, donde quería las siembras, donde quería trasladar a los animales y lo que quería hacer con los animales. José, respetuosamente le dijo, que le parecía bien, pero que había divido la tierra en tres partes y que faltaba un sector, justo el que colinda con sus tierras, que eran una 10 hectáreas.
Don Tobías, lo miró y le dijo, esas tierras son para ti, me las irás pagando poco a poco, con un tercio de la siembra de la producción que dé la tierra, además llévate 50 pollos y la mitad las cabras, así las unes con las que tienen y pueden hacer el queso de cabra del que María le habló a mi mujer, así lo venden como ella quiere y van reuniendo dinero para el niño que viene en camino.
José le dio las gracias, y por supuesto accedió de inmediato a los términos planteados por Don Tobías. Cuando se pararon frente a los caballos, Don Tobías, le dijo a José que se quedará con la yegua pequeña, que él se quedaría con el otro caballo y que el caballo claro que estaba todo maltratado, debería ser sacrificado, ya que según él, el pobre caballo no daba para más.
Camila, que estaba en ese momento con ellos, les pidió que no matarán al caballo, que ella lo cuidaría, que el caballo daría mucho más todavía y tanto dio la niña, que le dieron el caballo. Camila no cabía en sí de la alegría que tenía y en ese momento le puso nombre al caballo, y lo llamó renacer. Los dos hombres se miraron con un dejo de tristeza, pero le dejaron el animal a la niña.
El lunes siguiente, José vino con otros trabajadores y con Camila a las nuevas tierras, y comenzó a indicar al personal lo que debían hacer, cuando pasó al potrero a enlazar a Renacer, el caballo lo miró con miedo, pero no se movió, le puso la soga al cuello y el caballo ni se inmutó. Para llevar a Renacer del potrero a su nuevo hogar en la casa de José pasaron horas, el caballo apenas caminaba del cansancio y lo maltratado que estaba, José pensaba que lo mejor era sacrificar al animal, pero Camila se negaba.
Una vez que llegaron a la casa de José, pusieron a Renacer con el burrito y la yegua en el mismo potrero. A partir de ese día, Camila, iba todas las mañanas a ver a Renacer, le daba comida, le daba avena y melaza que le enviaba la esposa de Don Tobías. Camila, pasaba mucho tiempo con Renacer y el caballo, se veía más fuerte y con más ánimo.
Así fueron pasando los días, las semanas y los meses, y llegó el tiempo de la cosecha de las tierras. Ya para ese momento, Camila, hacía correr a Renacer en el potrero a diario, le daba paseos y hacía otras para que renacer retomara sus fuerzas y si vigor. Tenía meses en esa tarea, el caballo raquítico, casi muerto que habían llevado a casa, no era ni la sombra del renacer de ahora.
Camila, estaba muy orgullosa de su trabajo con Renacer y esperaba que algún momento mostrara su valía. Ese momento llegó, cuando la camioneta de José, un Ford F100 de los años 70, no dio para encender y a José le faltaba entregar una parte de la mercancía para llenar su cupo en el silo, si él no lograba llevar los sacos faltantes, tendría pérdidas, ya que había pagado su cupo entero.
Al ver la situación, José llamó a amigos y familiares, pero nadie podía prestar ayuda ese día, debido a que todos estaban trasladando su producción a los silos. Si es cierto que el silo no estaba muy lejos de la tierra de José, no podría hacer muchos viajes con el burro, que es lo que José había pensado.
Camila miró a su padre y le dijo, no tienes de que preocuparte, usemos la carreta y vayamos con Renacer en un solo viaje. José le dijo a Camila que no podría, que si es cierto el caballo estaba recuperado, jamás podría con esa carga, ya que había sido muy maltratado y siguió poniendo peros, pero Camila insistía e insistía.
Después María, su esposa, le dijo que lo intentará, que no perderían nada, José, de muy mala gana, sacó el carretón de metal, el cual habían pintado y acomodado, cargo la mercancía completa, y colocó al caballo al frente del carretón, Camila estaba con él.
Ambos José y Camila, se sentaron en la parte delantera del carretón, y Camila, con su voz infantil, dijo "vamos Renacer avanza "y el caballo comenzó a moverse, sin necesidad de golpes, ni látigos, el caballo hizo los 10 kilómetros con la carga sin problema y salvó a José de tener una perdida económica.
Cuando estaban en la cola, para entrar al silo a dejar la carga, José vio a Don Tobías y le contó todo lo que había sucedido, ambos vieron a Camila, a la distancia en la cola, hablando con el caballo, dándole agua con un tobo y después vieron como le daba una zanahoria tras otra, mientras seguía hablando con el caballo.
Don Tobías, le puso la mano sobre el hombro a José, y le dijo, “Pues José, Camila siempre tuvo razón, si hubiésemos matado a ese animal, tal vez no hubiese podido salvar la situación". Es decir, si algo nos enseñó esta situación y tu hija Camila, es que todos merecemos una segunda oportunidad.
Ambos, se miraron, asintieron con la cabeza y siguieron hablando de otros temas, pero nunca dejaban de ver a la hermosa niña y al enorme caballo, que estaba con ella y que les había salvado el día, después de darle una oportunidad.
Los invito a todos a participar de este estupendo concurso semanal de la comunidad Top Five Family.
Aprovecho la oportunidad de invitar a @silvestre777, @marilour para que participen.




