En cada pueblito de Venezuela está lleno de buhoneros, unos mas que otros, algunos bien organizados y otros en cualquier rincón donde puedan colocarse y la autoridad policial no los moleste porque no tienen permiso para estar vendiendo su mercancía, muchos de ellos ya tienen años en el oficio y otros solo son por temporadas, por ejemplo: diciembre.
Si nos vamos específico a los Valles del Tuy, Estado Miranda hay seis municipios de los cuales en uno de ellos en su gran mayoría vende solo ropa y en otro municipio los buhoneros se destacan es vendiendo comida, recuerdo en mi infancia los comerciantes se molestaban con los comerciantes informales porque ellos no pagaban algún impuesto o servicio alguno, hoy por hoy eso ha cambiado un poco.
Quienes pagan sus impuestos como corresponde se quejan de los altos costos que deben pagar desde a sus proveedores como deberes al estado pero ahí siguen, echándo pichón cada día, igualmente pasa con los buhoneros, ya varios de ellos les han concedido su permiso para trabajar con total tranquilidad, tienen sus papeles de emprendimiento e incluso se han amigado con los comerciantes formales, les rentan un espacio como depósito para guardar sus cosas o simplemente conversan para tomar un buen café mientras discuten rutinas de la vida.
¿No les ha pasado que solo van al centro de la localidad a comprar el pan y terminan comprando cosas que no estaban planificadas en sus bolsillos? no sé ustedes pero a mi sí, en diciembre vi el regalo perfecto para el amigo secreto, hace tres meses compré un par de bisuterías hermosas y hace una semana vi un vestido rosado que me encantó y me dije; cuando termine de hacer tal diligencia compro el atuendo y en un parpadeo no estaba, luego lo vi en color verde y no lo pelé.
Las diferencias a veces, no en todos los casos, pero en su mayoría es que voy a una tienda y el encargado está mas pendiente de sus redes sociales y una apatía infinita, en cambio, mi amigo el buhonero siempre tiene una energía desbordante que te hace invertir no solo en una prenda, sino dos y tres, te hacen promociones, te combinan y dan consejos, ¡uno sale sin dinero pero feliz jaja!
¿Cuantos padres no hemos conocido que así han sacado a flote a su familia? muchos, no todos los días son esas ventas prósperas y abundantes pero cuando las hay, hay que aprovecharlas, yo sí les compro, sino simplemente paso les sonrío y les digo ¡Buenos días! eso se agradece mucho, porque tu me dirás, todo el día sentado en un inclemente sol o una incesante lluvia esperando alguna venta no es fácil, pero no imposible.
Fuentes:
La imagen es propia del amigo @lanzjoseg
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El separador lo realicé en PowerPoint
Debo aclarar para cuando lean la versión en inglés que ése no es mi idioma natal, es por ello que he recurrido al traductor gratuito on line DeepL y Grammarly
La plantilla final la diseñé y personalicé en Canva
![ENGLISH VERSION]
Every small town in Venezuela is full of street vendors, some more than others, some well-organized, and others found anywhere the police won't bother them because they don't have a permit to sell their wares. Many have been in the business for years, while others only do so seasonally, for example, in December.If we look specifically at the Valles del Tuy, Miranda state, there are six municipalities, one of which primarily sells clothing, and in another municipality, street vendors excel at selling food. I remember from my childhood, that merchants would get angry at informal merchants because they didn't pay taxes or services. Today, that has changed somewhat.
Those who pay their taxes correctly complain about the high costs they owe their suppliers and their obligations to the state, but they are there, doing their best every day. The same goes for street vendors. Several of them have been permitted to work with complete peace of mind, have their papers in order, and have even made friends with established merchants, renting them space to store their belongings or simply chatting over a good cup of coffee while discussing their daily routine.
Hasn't it happened to you that you only go downtown to buy bread and end up buying things you hadn't planned on? I don't know about you, but it's happened to me. In December, I saw the perfect gift for my Secret Santa, three months ago I bought some beautiful jewelry, and a week ago I saw a pink dress that I loved and said to myself, "When I finish that errand, I'll buy the outfit," and in the blink of an eye, it was gone. Then I saw it in green and I didn't hesitate.
The difference sometimes, not in all cases, but mostly, is that I go to a store and the manager is more focused on his social media and is infinitely apathetic. On the other hand, my friend the street vendor always has an overflowing energy that makes you invest in not just one, but two or three. They give you promotions, match you, and give you advice. You leave penniless, but happy, haha!
How many parents have we met who have supported their families this way? Many don't have these deals every day, but when they do, you have to take advantage of them. I buy from them, but if not, I just walk by, smile, and say, "Good morning!" That's much appreciated, because, as you'll tell me, sitting all day under the scorching sun or the incessant rain waiting for a deal isn't easy, but it's not impossible.
As the great Cantinflas would say: "There are those who cry and sell handkerchiefs." I ask them, which side are they on?
Sources:
The image is from my friend @lanzjoseg
If you want to participate in this initiative you must click HereThe separator I made in PowerPoint
I must clarify for when you read the English version that this is not my native language, that is why I used the free online >translator DeepL and Grammarly
The final template I designed and customized it in Canva