
In June 2012, I experienced one of the most tense moments in the consultancy job I was working on in those days, while I was trying to convince one of my clients of the importance of knowing the client's needs in order to present them with a value proposition. that could generate joy, mitigate sadness and help him to carry in peace, a daily life that was done in my country and in the world in general, increasingly hard.
This methodology, the fruit of the talent of Alexander Osterwalder and Yves Pigneur, has accompanied me ever since and is an integral part of the origin of this song that I composed for my wife in February 2014, for the twelfth anniversary of our marriage.
That night, almost two years earlier, my sponsor, perhaps to soften the hard experience, asked me with the minimum jocularity that a feverish condition allowed:
What was the value offer you made to your wife?
At noon on February 2, 2014, she was somehow checking if my offer of value had materialized or if, if so, it was enough.
In fact, as it was already becoming a constant in those years, especially after the birth of the children and my decision to work as a freelancer, I had not been able to buy a gift for her.
I took my guitar and joined my unease with that anecdote to make room for this song, which is one of the few in which the lyrics and the music came together, and in less than 30 minutes, I wrote, practiced and recorded it.
This version of "My value offer for you" is the first song of a set of four that I hope to present in this space during the next seven days, to celebrate the twentieth anniversary of our marriage.

Thanks for reading, hearing and watching the song.
My value offer for you (Mi oferta de valor para vos)
Lyrics and music by Mauricio José Carvajal Pimentel. February 2nd, 2014
Son doce años más seis
Consintiendo que el mundo va más allá de una piel
Son casi siete mil días
Construyendo un espacio donde podamos ser
Como era, como es
Como siempre hemos soñado que va a ser
Y me ves cantándote esta melodía
Pidiéndote como aquel día
Que llenes mi espacio y mis horas de ilusión
Y me ves luchando contra mil dragones
Pidiéndote que me perdones
Por seguir en deuda con mi oferta de valor para vos
Me has dado tanto que amar
Que presiento que la balanza no podré equilibrar
Me has enseñado a ganar
En partidas que ni siquiera pensé iba a jugar
Y así fue, y así es
Y te juro que mi alma entregaré para que sea.
Y me ves cantándote esta melodía
Pidiéndote como aquel día
Que llenes mi espacio y mis horas de ilusión
Y me ves luchando contra mil dragones
Pidiéndote que me perdones
Por seguir en deuda con mi oferta de valor para vos
Spanish Version
En junio de 2012, viví uno de los momentos de mayor tensión en el oficio de consultor al que me dedicaba en aquellos días, mientras me empeñaba en convencer a uno de mis clientes la importancia de conocer las necesidades del cliente para presentarle una propuesta de valor que pudiera generarle alegrías, mitigar tristezas y ayudarle a llevar en paz, una cotidianidad que se hacia en mi país y en el mundo en general, cada vez más dura.
Esa metodología, fruto del talento de Alexander Osterwalder e Yves Pigneur, me ha acompañado desde entonces y forma parte integral del origen de esta canción que compuse para mi esposa en febrero de 2014, para el décimo segundo aniversario de nuestro matrimonio.
Aquella noche, casi dos años antes, mi patrocinante, quizás para suavizar la dura experiencia vivida, me preguntó con la mínima jocosidad que le permitía un cuadro febril que padecía:
¿Cuál fue la oferta de valor que le hiciste a tu señora?
Al mediodía del 2 de febrero de 2014, de alguna manera revisaba si mi oferta de valor se había concretado o si, siendo así, era suficiente.
De hecho, cómo ya se estaba haciendo una constante en aquellos años, especialmente, tras el nacimiento de los niños y mi decisión de trabajar como profesional independiente, no había podido comprar un regalo para Ella.
Tomé mi guitarra y uní mi desasosiego con aquella anécdota para dar espacio a esta canción que es una de las pocas en las que la letra y la música llegaron juntas, y en menos de 30 minutos, la escribí, practiqué y grabé.
Esta versión de “Mi oferta de valor para vos” es la primera canción de un conjunto de cuatro que confío presentar en este espacio durante los próximos siete días, para celebrar el vigésimo aniversario de nuestro matrimonio.
Gracias por leer, escuchar y ver la canción.