Este album ya es todo un clásico cuando se habla de Rap o del Indi colombiano, porque si Rhodesia de N.Hardem y Las Hermanas rompió las fronteras entre estos mundos aparentemente separados.
El sonido es caótico aunque inmersivo desde las primeras escuchas, como si de free jazz se tratase, pero intervenido por sonidos electrónicos que van del minimalismo al maximalismo en solo compases, cosa que mezclada con las letras cripticas de Harden crean una admosfera ritualista y a su vez íntima por momentos.
Este es el álbum que marca la ida del Negro Hardem hacia esa forma de escribir que tanto lo caracteriza rompiendo esas métricas clásicas para rapear con estructuras más libres aunque con un nivel de excelencia innegable que atrapan y no suelta, de esas letras que tienes que escuchar una y otra vez para intentar descifrar los mensajes que obviamente llevan detrás.
El sonido de Las Hermanas (productor del álbum) más que acompañar hace de guía en este universo donde pudiera parecer se le rinde culto a las maquinas o se lucha contra ellas. Sonidos industriales mezclado con instrumentos que suena como si tuvieran un origen indígena, la electrónica sobre el tambor del rito, un futuro chamanico, este album te guía hacia una cierta distopia sonora que no deja indiferente a nadie.
No estamos en precensia de un disco para todos, si es difícil para disfrutarlo del todo hay que sumergirse en la experiencia dejarse llevar o entrar en un cierto transe que Hardem y Las Hermanas saben inducir en uno de los albums más ricos y relevantes en lo que a rap latino y experimentación se trata en esta última década.
English version
This album is already a classic when it comes to Colombian rap or indie music, because Rhodesia by N. Harden and Las Hermanas broke the boundaries between these seemingly separate worlds.
The sound is chaotic yet immersive from the first listen, reminiscent of free jazz, but interspersed with electronic sounds that range from minimalism to maximalism in just a few bars. This, combined with Harden's cryptic lyrics, creates a ritualistic yet intimate atmosphere at times.
This is the album that marks Negro Harden's move toward his signature style of writing, breaking with classic metrics to rap with freer structures yet with an undeniable level of excellence that grips and never lets go. Lyrics that you have to listen to again and again to try to decipher the messages they obviously carry.
The sound of Las Hermanas (the album's producer) acts more as a guide than an accompaniment in this universe where it seems machines are worshipped or fought against. Industrial sounds mixed with instruments that sound as if they have an indigenous origin, electronics on the ritual drum, a shamanic future, this album guides you toward a certain sonic dystopia that leaves no one indifferent.
This isn't an album for everyone. If it's difficult to fully enjoy it, you have to immerse yourself in the experience, let yourself go, or enter a certain trance that Hardem and Las Hermanas manage to induce in one of the richest and most relevant albums in Latin rap and experimentation of the last decade.