Antes que nada, hay que reconocer que todos somos propensos a que en algún momento de nuestras vidas perdamos esa libertad, y más bien podemos encontrar situaciones, pensamientos o sentimientos que nos esclavizan, nos dejan en cautiverio. Es verdad, muchas personas parecen tener una inclinación natural a sobreponerse en poco tiempo, pero incluso hasta los de esa clase hay algo que les baja sus defensas. Por eso, a mi parecer, a veces no es tan sencillo como decir una frase mágica y se esfumará todo lo que nos hace sentir cautivos. Se requiere de esfuerzo y educación.

He aprendido de que para lograr el bienestar mental las herramientas también son mentales, tal vez en forma de ideas específicas, creencias firmes, discernimiento entre lo que es nuestra imaginación y lo que es una realidad... Algunos necesitamos terapia para encontrarlas, otros nos basta una conversación con algún amigo o haber escuchado o leído eso en algún lugar. En mi caso, las he encontrado en ambos lugares.

"El peor día de tu vida sólo durará 24 horas".

Ésta frase me la dijo un amigo hace ya varios años, cuando estaba atravesando una mala racha. No sé de donde lo sacó, si fue de algún profesional de la salud, de alguna telenovela o libro. Con todo, no fue milagrosa, pero cada vez que trataba de pensar en ella lograba entender su significado.

Una de las cosas que aprendí de ella es que las cosas adversas que vivimos tienen un fin, y no se van a extender más de lo que deberían, aunque a veces sea difícil de divisar ese momento final. Frase por frase me ha ayudado a conservar la libertad mental. "El peor" incluye lo peor que me puede pasar en la vida, así que eso incluye lo que esté atravesando en ese momento. ¿Cómo sé que es lo peor? ¿He superado cosas peores? ... Sólo... es una frase bien pensada, ya que evita que sobredimensione el problema. Más bien, debo buscar verlo desde su justa perspectiva. Y la conclusión, "24 horas" me confirma que todo llegará a su fin, y eso me recuerda las cosas que son verdaderamente importantes y duraderas, que no deben ser descuidadas por la situación adversa.

"Sólo necesito dormir"

Ésta es una idea que amalgamé yo mismo. Quizás no suene tan sofisticada, pero en mi caso es algo que me ha servido para conservar la calma. He comprobado que al procurar dormir en la noche y evitar desvelarse puede verse el mismo asunto desde una perspectiva diferente y más objetiva al siguiente día. A veces mi esposa nota que tal vez algo está ocupando mi mente más de lo que debería, y me pregunta si está todo bien o si puede ayudarme. Si puedo aprovechar la ayuda, se lo digo, pero varias veces respondo: "Creo que sólo necesito dormir". Ella lo entiende, porque ha visto que funciona, al menos en mi caso. Dormir ayuda a desconectar eso que busca arrebatarnos nuestro bienestar, y hay que usarlo en la medida de lo posible.

"Sólo necesito quemar el día".

Si no te ha sucedido nunca, bien por tí. Pero si eres de los míos, probablemente hayas despertado en la mañana y no has querido levantarte. ¡Y no es necesario ni siquiera abrir los ojos! Apenas tu cerebro despierta y tomas consciencia de que estás vivo, simplemente estás en mala sintonía, y empiezas a creer que el día será pesado, largo y gris. ¿En serio es necesario salir de la cama? ¿Quién me está esperando? Admito que no es sencillo combatir ésto. Pero sé que hay que hacer algo, porque no desaparecerá de la nada. Sin embargo, luego de haberme esforzado sigo pensando de forma parecido, ésta es la idea que fabriqué para éstos días: "Sólo necesito quemar el día".

Sí, tiene algo que ver con las ideas anteriores, pero pienso que la estructura es diferente, acorde a lo que estoy sintiendo en el día. "Quemar" lo asociamos con fuego, destrucción, eliminar algo, y también, dependiendo de lo que quemes, puedes disfrutarlo. Y esto es lo que sucede a veces con la situación adversa de ese día, sea en nuestro interior o de forma externa: ¡queremos que arda! Por eso, me gusta que esa idea incluya esa palabra. También, el fuego lo usamos para cocinar, para calentarnos o compartir buenos ratos con los amigos. Así que esta frase me recuerda que mis seres amados y mi familia no son el enemigo, así que no deben sufrir las consecuencias de mi mal día. El fuego debe ser controlado para que no represente un peligro para los demás. Esto es liberador.

Meditar en éstas ideas me ayuda a no caer en un espiral de pensamientos negativos. Me ayuda dirigir mis esfuerzos a vivir el presente y seguir adelante, dar ese pasito adelante, porque a veces es lo único que se necesita para avanzar. Nuestra mente, como una de las principales fuentes de poder y fuerza que tenemos, es capaz de estancarnos. Por eso, hay que trabajarla a ella misma para destrabarnos. Algunos hablan de "engañar" a la mente, pero no comparto esa opinión. Mas bien, me gusta hablar de convencerse, de argumentar con la verdad y la realidad. Creo que es un fundamente más sólido para meditar que el mero positivismo de que las cosas cambiarán porque sí, o peor aún, una mentira fabricada por nosotros mismos, y como único destinatario: nosotros mismos.