
Cuando cae la noche, es el momento en el que diferentes tipos de hexápodos adaptados a la vida nocturna inician sus actividades más importantes como puede ser la búsqueda de pareja o de alimento, de esta forma, ciertos depredadores como un muy reducido número de avispas poseen determinadas adaptaciones que les facilitan la tarea de rastrear o captar los estímulos generados por sus presas predilectas en plena oscuridad, siendo las largas antenas situadas sobre sus cabezas o los ojos algunas de las estructuras más importantes en aquello que implica el rastreo; sin embargo, la noche también posee sus inconvenientes en los espacios antrópicos que entorpecen estas actividades, entrando aquí el tema de las luces artificiales generadas por el hombre.
De igual manera, aunque se vea bastante extraño hay ejemplares de avispas como la de la fotografía de la portada que son netamente de vida nocturna, estas llevan una vida solitaria durante gran parte de sus vidas y solo son vistas brevemente acompañadas cuando el momento de perpetuar la especie se hace presente (reproducirse), pero todo esto puede verse entorpecido cuando por desgracia captan las incidencias de las luces artificiales que las desorientan y pueden terminar atrapadas dentro de nuestros hogares, siendo aquí presas fáciles de otros o víctimas directas del calzado de una persona, uno de los finales más lamentables. Para la siguiente publicación se abordarán distintos aspectos enfocados a avispas que actúan durante la noche, son muy pocas las que manejan un estilo de vida nocturno, pero estas son igual de interesantes que sus homologas de vida diurna y por medio de fotografías se podrá dar a conocer a uno de estos ejemplares que en este caso pertenece a la muy popular familia de los ichneumónidos.

En estas primeras fotografías podemos apreciar un ejemplar de cuerpo muy esbelto y de largas patas que pude encontrar cerca de una lámpara alrededor de las 1 a.m, este pequeño batallaba porque al ser atraído por las luces sus patas quedaron enredadas en telaraña, en un circulo rojo podemos ver como las patas delanteras de esta avispa estaban completamente enredadas por acción de esta telaraña antigua que se encontraba en las cercanías de la lámpara, por fortuna para ella no había arañas en el sitio ni otro depredador, por lo que pude colectarla para tratar de identificarla mientras hacía el intento por liberar sus patas. A su vez, por la forma de su cuerpo y por ese notable "aguijón" (ovopositor) que sobresalía al final de su largo y delgado abdomen ya tenía la certeza de que era una hembra de algún espécimen parasitoide, la hora en la que la encontré podría sugerir que era de vida nocturna, pero también era importante revisar otros caracteres morfológicos claves para tener una idea sobre el grupo o familia a la que pertenecía, labor que debía realizar con mucho cuidado porque si bien su pieza sobresaliente está diseñada para colocar huevos, algunas especies pueden emplearla para defenderse (son muy pocas).
Antes de liberar sus patas aproveché el momento para sacar algunas de las fotos que necesitaba para intentar identificarla, no fue una tarea sencilla porque la luz del teléfono móvil la estresaba más y empezaba a aletear enérgicamente para intentar zafarse y huir, por lo que intenté ser lo más rápido posible tanto en obtener las fotografías como en liberar sus patas de la telaraña posteriormente.

En temas relacionados a las características visibles en este parasitoide, tenemos que el color del ejemplar es cercano a un rojizo muy claro, el mismo varía en intensidad en lo que es la región torácica y abdominal, tampoco posee ningún tipo de patrón o manchas que pudieran servir como una referencia menor para identificarla, sus unidades de locomoción (patas) son muy largas solo basta con observar especialmente el último par de extremidades en las fotografías para darnos cuenta de que una de las utilidades de las mismas es facilitar el posicionamiento para colocar huevos sobre (ecto) o dentro (endo) de sus víctimas, el abdomen es largo por la misma razón, todo este conjunto de adaptaciones permite mantener un ligera distancia física de aquellos que serán los anfitriones de su descendencia.
Otra cosa que podemos notar gracias a las fotos es que las antenas del ejemplar son muy largas, generalmente cuando se encuentran en la búsqueda de algo las mantienen completamente extendidas, cuando esto no ocurre tienden a enroscarlas en forma de espiral, también es interesante e importante el tamaño y todo lo que se puede ver de sus alas, estas membranas son completamente transparentes en dicho espécimen, lo que nos permite ver el mapeado que forman sus venas y esto será clave para tener una aproximación taxonómica sobre el grupo o taxón al que pertenece, detalles que veremos en el próximo segmento del post.

Un ejemplar de avispa de la familia Ichneumonidae
Continuando con lo mencionado anteriormente, en las alas anteriores de este ejemplar podemos ver un detalle realmente interesante y útil para obtener un acercamiento taxonómico hacia esta avispa, pues, con un circulo rojo podemos ver una curiosa figura que forman los espaciados que hay entre las venas alares (celdas), con líneas amarillas remarqué una celda que forma una figura que suele ser conocida vulgarmente como "cabeza de caballo" y técnicamente recibe el nombre de 1M+1R1, este detalle escondido en sus alas anteriores es uno de los rasgos que nos permiten saber o corroborar que este ejemplar pertenece a la familia Ichneumonidae, también hay otro relacionado con la existencia de una vena alar que está presente en esta familia, pero esta característica no me fue posible observarla porque el ejemplar se movía mucho.
Esta familia es enorme en términos numéricos (más de 20.000 especies) y con una distribución prácticamente global, exceptuando aquellas regiones con temperaturas extremadamente bajas, con esto no quiero decir que este ejemplar compartido en las fotos que funge como protagonista de la publicación se encuentre en todo el mundo, sino que esta es una de las más de 20.000 especies que existen, para saber la distribución más exacta de este ichneumónido resulta necesario conocer la especie y de momento solo conocemos la familia.

Por otro lado, antes de proceder a liberar al ejemplar quise ir más allá y tratar de conocer la identidad exacta de esta avispa, por esto y en base a los pocos datos que pude obtener con mis observaciones estuve navegando entre distintos grupos de ichneumónidos que tuvieran vida nocturna, esto con el propósito de buscar ejemplares entre bancos fotográficos que compartieran características con el espécimen del post, siendo así que pude dar con 2 subfamilias bastante curiosas, por un lado la Ophioninae y por el otro la Tryphoninae, tanto en la primera mencionada como en la segunda hay algunos géneros cuyos integrantes son parasitoides de vida nocturna, por ejemplo, los géneros Enicospilus (Ophioninae) y el Netelia (Tryphoninae).
Ahora, más allá de que en ambos géneros sus integrantes sean de vida nocturna, varias de ellas comparten características superficiales con el ejemplar que comparto en este post; sin embargo, una cosa es la estética (parecido externo) y otra es que coincida realmente a nivel de características poco apreciables con alguna especie de los géneros Enicospilus o el Netelia, de manera que, a nivel de apariencia el acercamiento de la protagonista de este post va más hacia los ejemplares de Enicospilus spp, pero al comparar características como la venación de las alas hay mucha más coincidencias con los ejemplares de Netelia spp, por lo que en base a esto diría que este espécimen del post es un miembro de la subfamilia Tryphoninae, sin tener 100% de certeza.

Por la actividad que presentaba el ichneumónido de este escrito puedo presumir que es de vida nocturna y fue completamente atraído por las luces de las lámpara o bombillas que tengo en casa, un aspecto ya documentado en textos científicos tanto para especímenes de Enicospilus como para los de Netelia, los cuales de forma frecuente han sido colectados al caer en trampas lumínicas durante colectas nocturnas de insectos, otro detalle de estos pequeños es que son muy reservados o poco generalistas a la hora de buscar a los huéspedes de sus crías, por lo general, lo más buscado por ellas son estadios juveniles de lepidópteros aunque pueden existir ciertas variantes de presas según la especie de parasitoide. Algo a tener muy en cuenta es que la mayoría de variedades que integran a los ichneumónidos suelen ser completamente inofensivos, pero con ciertas grupos como el de los Tryphoninae (subfamilia) hay ejemplares que ante un estrés constante pueden llegar a defenderse usando el aparato ovipositor (esa especie de "aguja" que sobresale al final de sus abdómenes), generando esto un fuerte dolor en la zona afectada, algunos integrantes de Ophioninae (subfamilia) también pueden recurrir a esto si se presenta la oportunidad, por lo que no es aconsejable manipular a estas avispas.

Todas las fotografías compartidas en este post pertenecen al autor @abneagro. Las fotos fueron editadas por medio de la aplicación Canva.

Referencias e información de interés:
Avispas del género Enicospilus (Ichneumonidae)
Avispas de la familia Ichneumonidae

