ESPAÑOL
Hace siglos, en un remoto pueblo de Europa del Este, una antigua maldición cayó sobre sus habitantes. Se decía que una poderosa bruja había sido traicionada y condenada a vagar eternamente como un vampiro sediento de sangre. Desde entonces, cada generación de la familia gobernante del pueblo estaba destinada a sufrir la misma maldición.
Los vampiros se convirtieron en una parte oscura y temida de la historia del pueblo. Durante la noche, se escuchaban sus aullidos y los lugareños se encerraban en sus casas, rezando para que no fueran elegidos como próxima víctima. A medida que pasaban los años, la maldición parecía crecer en fuerza y los vampiros se volvían más poderosos y despiadados.
Una noche, un joven valiente llamado Alaric decidió enfrentarse a los vampiros y poner fin a la maldición que asolaba su pueblo. Armado con una espada bendecida por el clérigo local, se aventuró en las oscuras calles del pueblo en busca de la guarida de los vampiros.
Tras una larga y ardua batalla, Alaric logró derrotar a los vampiros uno por uno, liberando a su pueblo de su influencia maligna. Sin embargo, cuando creía haber cumplido su misión, la bruja que había lanzado la maldición apareció ante él.
La bruja le reveló que la única manera de romper la maldición era sacrificando su propia vida. Alaric sabía que no había otra opción y aceptó su destino con valentía. Con un último golpe de su espada, acabó con la bruja y se desplomó en el suelo, sintiendo cómo su vida abandonaba su cuerpo.
Con la muerte de Alaric, la maldición fue finalmente rota y el pueblo pudo volver a vivir en paz. Sin embargo, su valentía y sacrificio fueron recordados por generaciones posteriores como un ejemplo de coraje y determinación.
Desde entonces, se dice que el espíritu de Alaric vaga por las calles del pueblo durante las noches de luna llena, protegiendo a sus habitantes de cualquier amenaza que pueda surgir. Y aunque la historia de los vampiros y la antigua maldición siguen siendo parte del folclore local, nadie duda del valor y la nobleza de aquel joven que dio su vida por el bienestar de su pueblo.
ENGLISH
Centuries ago, in a remote village in Eastern Europe, an ancient curse fell on its inhabitants. It was said that a powerful witch had been betrayed and condemned to wander eternally like a bloodthirsty vampire. Since then, each generation of the ruling family of the people was destined to suffer the same curse.
Vampires became a dark and feared part of the town's history. During the night, their howls were heard and the locals locked themselves in their homes, praying that they would not be chosen as the next victim. As the years went by, the curse seemed to grow in strength and vampires became more powerful and ruthless.
One night, a brave young man named Alaric decided to face the vampires and put an end to the curse that devastated his people. Armed with a sword blessed by the local clergyman, he ventured into the dark streets of the town in search of the lair of the vampires.
After a long and arduous battle, Alaric managed to defeat the vampires one by one, freeing his people from their evil influence. However, when he thought he had fulfilled his mission, the witch who had cast the curse appeared before him.
The witch revealed to him that the only way to break the curse was to sacrifice his own life. Alaric knew that there was no other option and courageously accepted his destiny. With a last blow of his sword, he killed the witch and collapsed on the ground, feeling how his life abandoned his body.
With Alaric's death, the curse was finally broken and the people were able to live in peace again. However, his courage and sacrifice were remembered by later generations as an example of courage and determination.
Since then, it is said that Alaric's spirit wanders the streets of the town during full moon nights, protecting its inhabitants from any threat that may arise. And although the history of vampires and the ancient curse remain part of the local folklore, no one doubts the courage and nobility of that young man who gave his life for the well-being of his people.
