
¿No les pasa que buscan algo con necesidad, no lo encuentran, pero terminan encontrando algo completamente distinto y, a veces, mejor? ¿Sabías que eso se llama serendipia? De repente lo sabías, pero yo no, lo vine a aprender a mis 23 años, y sí, esa es mi edad; mi nombre no es algo que importe mucho - a menos que un día me haga rico y famoso JAJA -, pero por si les interesa me llamo Alberto Marín, soy venezolano - sí, vivo en revolución y comunismo pero acá seguimos, sobreviviendo y creciendo en la medida de lo que se pueda -. Soy el hermano menor de dos, aunque la verdad siempre me creí el mayor.
Cuando recién culminé la educación secundaria, tomé la decisión de estudiar medicina; y aunque lo hice por “vocación”, una parte de mí sabía que, si no era medicina, era alguna ingeniería, y ¡eso no es lo mío! no me llevo muy bien con los números; así que acá estoy, en el 10mo semestre de medicina, en una universidad donde, aunque a veces me provoque salir corriendo, paso la mayor parte del tiempo.
Comencé a vivir solo, en otra ciudad, y así comenzaron todas las responsabilidades de un adulto pseudoindependiente - pseudo: algo que no es del todo cierto - , y digo pseudo, porque económicamente dependo de mis padres. Ser ligeramente independiente me ha llevado a adquirir ciertas habilidades, ¡Que mi novia AMA! – punto para la independencia, JAJA - SÍ, soy flaco, feo, narizón y “pelo malo”; pero aquí estamos, por algo está conmigo; estoy haciendo lo que me gusta; con una novia hermosa, amigos increíbles y pasándola bien, por lo que no todo es tan malo, y a esto me refiero:


La carrera de medicina puede pesar, pero en el recorrido te topas con personas con una gran calidad humana, personas que nos enseñan que “la medicina, más que una carrera, es una forma de vida” , y ¡vaya que lo es! es dedicación, es servicio, es humanidad. Y créanme, no soy el mejor de lo mejor, pero disfruto en el proceso de aprender, y lo hago con todo gusto.

Mi familia siempre ha sido la base de todo; me han apoyado incondicionalmente en este largo camino; para no ponerme sentimental solo les diré: Mi mamá me ama y yo la amo.
No soy muy sociable, de hecho, soy retraído, pero disfruto los pequeños detalles, los buenos y verdaderos amigos. Me gusta lo que a la mayoría le gusta, música, idiomas, comida. Trato de llevar las cosas con calma, ver el lado positivo y reírme siempre que pueda. Y sé que me faltan muchas cosas por decir, pero les doy la bienvenida a mi vida. Muchas gracias por su tiempo; me despido con dos frases que me han servido mucho; frases según la PNL:
“Si lo que estás haciendo no te funciona, haz otra cosa”
¡Nos leemos, Steemians!