Llegó la graduación de bachiller a los 17 años, movimientos por aqui, requisitos por allá para ingresar a una Universidad privada (debido a la mala gestión de la Universidades publicas) y en una nueva ciudad, mi ciudad nata pero no la que me vio crecer, porque el pueblito que me crio y me enseñó fue Tucupido. Llegó el primer día en la Universidad, sin amigos (aunque tenia una compañera del bachillerato, pero nunca coincidiamos en la univ), sin transporte propio, viviendo con primas, pero era lo mismo que vivir sola. Cada día aprendia cosas nuevas con el pasar de los días y años, aprendí que cuando salimos de nuestro hogar a estudiar y a crecer como persona todo cambia aunque no lo veas al instante pero si se nota el cambio. En mi caso aprendí a hacer diligencias de banco, a cocinar (en mi hogar todo me lo hacían), a lavar, hacer mercado, limpiar, estar pendiente de todo lo que hace una persona adulta y aunque usted no lo crea, 《todos somos adultos, pero no todos aprendemos a hacer independientes》, gracias a Dios, a mi mamá y familia por las enseñanzas y las lecciones de vida que ahora vengo aplicando y cada dia voy mejorando.
Considerando, es difícil dejar ser independiente pero es satisfactorio para nosotros mismo. A mi corta edad de 19 años, considero que lo que me ha tocado vivir desde que me mudé de ciudad para un crecimiento personal y profesional ha sido muy increiblemente interesante. Espero seguir aprendiendo y creciendo, independizandome un poco más y poder sentirme orgullosa.
Un poco mas que acotar es que no se en que momento comencé a ser mas independiente a diferencia de antes, totalmente distinta de como soy ahora a como era justo cuando me graduaba de bachiller. Fue una independencia inesperada, pense que seria adulta e independiente cuando formara una familia pero todo lo contrario... fue algo inesperado.