Es una historia de un profesor que en su hora de laborar robaba. ¡Si un profesor que robaba!, este ilustre educador se dedicaba a robar, algunas situaciones tales como: la mala energía que traían los alumnos desde su casa, no solo eso robaba su ignorancia a las cosas comunes como su lengua materna, robaba la inexactitud de la creatividad a los alumnos, robaba desinformación hacia la historia y por supuesto hurtaba la falta de conocimiento hacia la matemática que estos estudiantes mostraban