Después de largas horas estando inconsciente, mientras dormitaba pude notar como estaba la tripulación prestándome los primeros auxilios para volver en sí.
Cuando me desperté, lo primero que veo es la cara del Sr. Howell.
–Me temo que el barco se atascó y que nos encontramos atrapados en una isla desierta –expresó con voz preocupada.
Rápidamente decidí comentarle de mis sueños de crear una máquina del tiempo al profesor Roy.
–Iba a hacer un viaje al pasado, lastimosamente llegamos al futuro.
–Gilligan, estás loco, creo que estabas soñando.
–¿Pero de qué hablas? ¡Estamos en el futuro!
–¿Estás drogado? ¿Qué parte no entiendes de que estamos atrapados en medio de la nada?
Fue ahí cuando entendí el problema en el que me encontraba, mi reacción fue reírme a carcajadas y lanzarme del barco para correr en toda la isla, pero me tropecé y caí rodando en la arena, cuando me levanté estaba todo blanco como si hubiesen echado talco.
–Jajaja ¡`Pero qué imbécil! ¡Definitivamente su estupidez no tiene arreglo! –respondió Ginger.
Agarré tierra mojada y la eché en un vaso de plástico que había en la orilla, luego se la lancé en su cara engorrada de maquillaje y colágeno.
–¿Pero qué es lo que te ocurre idiota? Has embarrado mi vestido Gucci de la última colección de verano, ¿no te das cuenta de la gravedad de tus acciones? ¡Te va a pesar! –exclamó furiosa Ginger.
Ginger se quitó su tacón y me lo arrojó en la cabeza, dejándome marcada la frente.
–Ya no te pases de la raya Ginger! ¡Vas a matar a ese pobre muchacho! –expresó la Sra. Howell.
–Ay ya deje el drama señora, en mi granja los caballos nos golpean con sus patas y no nos pasa nada, ¡eso es ser un hombre! –respondió Mary Ann.
Luego de ese altercado, decidí tomar mi sombrero y adentrarme en la jungla, “ya no soportaba a esos tipos” pensé.
Llegué a un lugar apartado en el que escuché un estruendoso ruido proveniente de una cueva, entré en la misma para saciar mi inmensa curiosidad, estaba muy oscuro y no tenia para iluminarme en el camino, me raspé los pies con las estalagmitas, pero seguí recorriendo sus recovecos hasta que tropecé con un sujeto, el mismo empezó a rugir.
–¡Ya detente Roy! ¡No estoy para tus bromas pesadas!
Pero cuando traté de quitarle el disfraz, me haló por la cabeza y me dio un fuerte golpe que casi me noqueó.
Tal vez no sea una broma después de todo” expreso mientras me agachaba sigilosamente para que no se percatara.
A lo que comenzó a rugir de nuevo, corrí con todas mis fuerzas para salir de esa cueva.
El gorila me persiguió por toda la jungla, cuando llegué a la costa, todos se sorprendieron al ver semejante animal.
–Aquí les traigo una pequeña mascota, ese es tuyo Capitán –grité.
–¡Gilligan maldito idiota! –respondió el capitán.
–Ese gorila inmenso supera en tamaño incluso a King Kong, cuídenme para que no me tome como la damisela indefensa, recuerden que soy a la única a la que le puede prestar atención –respondió Ginger.
–Cuídenla ¡Pero cuanta modestia! –respondió muy irónica Mary Ann.
–Me temo que ese gorila no quiere que vivamos el presente –respondió el profesor Roy.
–No es muy educado que digamos y le falta mucha clase –respondió la Sra. Howell.
–Creo que todo está dicho. ¡Debemos correr por nuestras vidas! –replicó el Sr. Howell.
Salimos corriendo hasta el barco para refugiarnos en él, el gorila siguió al acecho por días y apenas podíamos pescar algunos peces para mantenernos con vida.
“Me temo que este barco no tiene arreglo y ese gorila no pretende irse” dijo el Capitán.
“Supongo que tendremos que correr” respondí.
Corrimos por toda la costa hasta que llegamos a los confines de la isla, rápidamente avistamos una lujosa mansión que se encontraba deteriorándose, resultaba de lo más extraña, pero era “nuestro único boleto de salida” supuse.
Entramos en la mansión y se podían ver algunos vestigios de la ostentosidad que la adornaba en antaño, abrimos una de las habitaciones y Mary Ann corrió a prender la televisión para ver su serie favorita, ni nos imaginábamos lo que íbamos a visualizar en la pantalla, vimos un opening de una serie que llevaba mi nombre y nos colocaban en los créditos como los actores principales, al parecer todo esto se trataba de una farsa simulada por algunos productores que nos habían llevado a la isla para filmar los capítulos de un reality show que pretendía llegar a una más escala real de lo habitual y sin nada actuado, cuando comenzó el primer capítulo visualizamos todo lo que nos ha pasado desde que llegamos, “pero que forma de entretenimiento tan macabra” pensé.
¿Por qué elegí a Gilligan?
No me gusta Gilligan solo porque se trata del protagonista, creo que el es un personaje muy carismático y gracioso, y pienso que eso es algo que comparto con el, pues soy de ese tipo de personas que le gusta ver el lado bueno de la vida.