Una de las conversaciones que eventualmente sucede con alguien a quien alguna vez he guiado es la idea inútil de dividir centavos. La expresión pretende explicar cómo a veces gastamos demasiado tiempo y esfuerzo tratando de ahorrar cosas que tienen muy poco sentido.
Como no quiero que nadie piense que estoy tratando de ignorar la importancia de ser inteligente con su dinero, intentaré describir esto de la manera más simple posible. Pero antes de hacerlo, permítanme sentar algunas bases para mi punto.
El error que cometemos cuando estamos dividiendo centavos, al menos en mis opiniones, es en el que dejamos de poner suficiente valor al tiempo que pasamos. Lo que quiero decir con esto, es que en todo lo que hacemos, cada trabajo que hacemos para una tarea no solo se mide en resultados y resultados, sino también en el tiempo que nos tomó completarlo.
Se podría decir que el tiempo es subjetivo, y ese argumento es semi-válido. Pero la idea de optimizar nuestro tiempo, nuestros esfuerzos, viene con la administración correcta de nuestro recurso finito, nuestro tiempo. Como sabemos, no hay forma de que pueda obtener un reembolso por el tiempo que haya perdido, ya que una máquina del tiempo todavía no está en producción, y aún así no es lo mismo en absoluto.
Si valoramos nuestro tiempo, entonces debemos ser capaces de decidir entre las cosas que estamos haciendo, las cosas que debemos hacer y las cosas que debemos aprender a ignorar o delegar. Una vez que aprendemos este equilibrio, nos volvemos más efectivos en nuestros trabajos y más productivos en la vida en general.
Para dar un ejemplo concreto: si un abogado gana doscientos dólares y una hora, pero elige no trabajar hoy porque necesita limpiar su automóvil. Si el proceso detrás de eso está ahorrando los $ 40 dólares del lavadero de autos, efectivamente perdió $ 160 dólares.
Te garantizo que la vida no está llena de ejemplos tan claros, y algunos de ellos requieren un poco más de análisis. Pero en muchos sentidos, muchos de nosotros caemos en los mismos errores.
En mi opinión, todas las transacciones, ya sean comerciales o no, deben considerarse desde esa perspectiva. Comprender que alguien que valora su tiempo, lo valora lo suficiente como para estar al tanto de estos pequeños problemas. Si aprendemos a valorar nuestro tiempo, a poner esfuerzo y energía en nuestras fortalezas y no en nuestras debilidades, encontraremos una nueva fuente de abundancia, y aún más importante, una vida más feliz.
AUTOR PRINCIPAL: CHARTER
AUTOR SEGUNDARIO: Pedro ElIAS CP