Te veo y siento nervios. Suena como si tuviera miedo a que nada de esto fuera verdad o que sea la realidad que espero.
Te veo y solo contemplo a la mujer maravillosa en la que te has convertido. Trato de grabar tu rostro en mi memoria para que nunca me faltes.
Te veo y mis manos solo mueren por tocarte.
Te veo y mis labios quieren recorrer tu cuerpo convirtiendo las palabras en caricias dibujadas en tu piel.
Te veo y no puedo evitarlo…
Perdóname si te incomodo, pero es imposible para mí no hacerlo. Y es que, con solo tenerte cerca, le das una paz a mi alma que no puedo describir.
Imagen de Robert Balog de Pixabay
Te veo… Es algo único y maravilloso. A veces me asusta y siento un miedo enorme, pero este miedo se ha convertido en el motor para alcanzarte.
Te veo y lo único que sé, es que quiero besarte sin importar nada más. Besarte sin miedos ni ataduras, solo con el deseo de estar contigo.
Te veo y te beso de la única forma que me haces desear hacerlo. Solo dejo que mis labios toquen los tuyos y me muestren la mejor forma de viajar a otro universo.
Te veo en lo distante o en lo cercana, con la única intención de avivar esta sed de ti. Sintiéndote y pensándote al mismo tiempo sin tener que pedir nada más.
Te veo amor, recuérdalo siempre…
Porque Te veo aún cuando todo ya está escrito…