Todos sabemos que los principales enemigos de los criptomineros son el calor y el polvo. Si vivís en un lugar donde hace mucho calor, sabés del tema. En busca de combatir a estos malditos se han probado muchas cosas. Entre los intentos medianamente exitosos se encuentran los fan cooler extra para disipar el calor generado entre las placas, los extractores para los ambientes donde se está minando y los filtros para el polvo.
También hemos visto extravagancias, algunas más efectivas que otras: los rigs sumergidos en aceite vegetal, las "cuchas de perro" para rigs, con extractores en el techo y filtros de aire debajo.
Pocas veces se han visto gabinetes diseñados para combatir estos contratiempos. De hecho las estructuras para armar los rigs son casi todas iguales.
Pensando en todas estas cuestiones decidí buscar una alternativa que nos sirva.
Uno de los problemas a resolver siempre es: la distancia entre las GPUs. Cuanto mayor es, menor es la interacción del calor entre ellas. Entonces: ¿Por qué siempre tienen que estar las placas paralelas unas con otras? ¿Por qué, en lugar de alejar las placas, no las giramos para que con el calor que irradian no se afecten entre sí?
Ante el primer boceto ya pude ver que habría ventajas importantes en el nuevo diseño. Me pareció increible no haber visto eso antes.
Al estar dispuestos los disipadores en forma directa al aire del ambiente el cambio es más que significativo.
Además agrega la ventaja del acceso cómodo a los trabajos de mantenimiento y limpieza (a simple vista se puede saber cuándo una placa necesita de nuestra asistencia).
Otra consecuencia grata de la disposición de los componentes del rig en el nuevo diseño, fue la comodidad para el armado debido a que todo queda más accesible aún para las personas con manos más grandes.
Las fuentes (PSUs) se instalan con mucha facilidad. Solo dos segundos. Sin herramientas ni tornillos queda firmemente colocada (vean el video).
Ojalá les sirva lo que he compartido. Puedo responder sus preguntas si están interesados en copiar el diseño.
¡Que viva la tecnología!