Y al verlos, mi cuerpo dejo de responder.
Algo atorado en mi interior,
contuve mi respiración.
Sentí mi pulso en la garganta y aprete los dientes.
Mi pecho dio un salto,
un mortificante dolor me invadió.
Impotencia, envidia, ira, con mis uñas comienzo a rasgar mi torso de forma violenta.
Mi piel quemaba, algo dentro de mi se movía y no me dejaba respirar.
Mi torso se abrió en dos, y me derrumbe.
Sigo consciente, sin poder cerrar mis ojos, sin poder dejar de verlos.
Y quiero arrastrarme hacia ellos para romper su momento.
Tal vez los celos son iguales que el amor, y cada uno los percibe de diferente forma.