Como podemos observar durante el transcurso que llevamos de pandemia, se han cambiado abruptamente los hábitos, costumbres y formas del ser de la persona, entrando en un mundo totalmente individual marcando mas esta brecha que se venia implantando de algunos otros modos el individualismo.
Antes se buscaba con frecuencia el compartir el mayor tiempo con los seres queridos de manera persona a persona pero a partir de esta pandemia todo esto cambio, podemos decir que a pesar de la gravedad nos encontró en un mundo donde la tecnología de la comunicación esta en niveles muy desarrollados, pero perdimos este afecto persona a persona, ya no es raro ver un amigo cada un mes y en caso de amistades lejanas aun mas distanciado el tiempo.
Es hora de dejar esa comodidad, esa pereza que no causo esta situación de miedo, que por miedo a morir dejamos de vivir, sabiendo que nos espera a la vuelta de la esquina, no por ello lo vamos hacer de manera inconsciente, siempre buscando la manera segura, al fin de cuenta lo único que nos llevamos de este mundo es el amor de nuestros allegados.
Hay que darse el tiempo y poner la seguridad requerida para volvernos a preocupar por nuestro terruño de amor que nos brindan nuestros seres queridos, tenemos que volver a conectarnos persona a persona así podemos intercambiar esa gratitud que solo se logra de esta manera.