Sometimes you don’t need a big plan to have a good time — just the right people and a little motivation to break the routine. That’s exactly what my cousin, my sister, and I did: instead of staying bored at home, we decided to make the most of the day and do something different.
Before heading to the park, we made a quick stop at Farmatodo to grab some snacks and a cold soda (because let’s be honest — a trip without snacks just isn’t the same 😅). Once we had our supplies ready, we headed straight to Parque del Este.
The most exciting part of the day was definitely when the three of us got on one of those little boats. It was so much fun to share that moment — paddling (kind of), chatting, laughing, and even eating right there on the water. A simple experience, but one we truly enjoyed.
Afterwards, we laid out a picnic blanket on the grass and played with a ball for a while. I’ll admit I didn’t manage to hit it even once (ball sports aren’t really my thing, haha), but I still had a great time.
Even though it wasn’t anything fancy or planned days in advance, it turned out to be one of those feel-good days that leave you smiling by the end. A sweet reminder that sometimes, the best moments come from the simplest ideas. 💚
VERSION ESPAÑOL
A veces no hace falta un gran plan para pasarla bien, solo las personas indicadas y un poquito de ganas de salir de la rutina. Y eso fue exactamente lo que hicimos mi hermana, mi primo y yo: en lugar de quedarnos aburridos en casa, decidimos aprovechar el dÃa y hacer algo diferente.
Antes de llegar al parque, hicimos una parada estratégica en Farmatodo para comprar algunos snacks y un refresco bien frÃo (porque, seamos honestos, un paseo sin algo para picar no se siente completo 😅). Con la bolsita de provisiones lista, nos fuimos directo al Parque del Este.
Lo más emocionante del dÃa fue sin duda cuando nos subimos a los botecitos. Fue súper divertido compartir ese momento los tres, remando (más o menos), conversando, riéndonos y hasta comiendo ahà mismo mientras estábamos en el agua. Una experiencia sencilla, pero que disfrutamos muchÃsimo.
Después, extendimos nuestro mantel en un rincón del césped y jugamos un rato con la pelota. Confieso que no logré golpear el balón ni una sola vez (no es lo mÃo, definitivamente jaja), pero igual me divertà como niña.
Aunque no hicimos nada extraordinario ni planificado con dÃas de anticipación, fue uno de esos dÃas que te dejan con buena energÃa y una sonrisa al final. Un recordatorio de que a veces, los mejores momentos surgen de las ideas más simples. 💚
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