pétalos de amor y desamor
que clavados viven en nuestro corazón ya marchitados.
Aroma de un tiempo ya pasado
donde el azar descansó,
sin saber si fue acierto o fracaso
en la persona elegida
que a veces solo fue de paso.
Dos primaveras nunca tuvo la flor,
pero la rosa de mi amor
aún no sé si ya la tengo...
o tengo que seguir buscando.
Poema propio.
Fuente de la imagen:
Cedida por su autor.
Maestro pintor... Josep Domènech i Sánchez