Greetings friends following this great challenge of writing our memoirs, an activity proposed by @ericvancewalton. We are in week 9 Memoir Monday - Week 9 (5/6 - 5/12)and there is still a lot of room to go, so I invite you to join this interesting and rewarding proposal. Enter here.

This week's topic is What am I worried about, a topic that if I think about it too much I get a kind of anxiety, because whether I want to or not, the thought takes its catastrophic and pessimistic route that characterizes worry.

There are those who affirm that worry is an excess of future and in that space of time where we pre-worry we stop worrying, which is the present. Faithful to this principle, I do my inner work not to worry, which does not mean that there are not moments and situations that cause me to worry.

Right now, for example, I have a sick sister, a spinal problem that causes her intense pain and makes it difficult for her to walk, this has caused me concern, I have imagined some consequences that place her and us as a family in a very negative situation, leading me to an unnecessary state of anxiety, because everything is a product of my thoughts.

True, there is a reality, but I still cannot predict what her future will be, what I can do and do is to support her unconditionally, I help her with the housework, I have accompanied her to visit three doctors, to have the requested studies and to acquire the indicated treatments, apart from offering her emotional and spiritual support. Every day she is getting better, the process is slow, but we continue with faith and confidence that everything will get better.

There are things that worry me that are beyond my reach to solve, for example, I am extremely concerned about the present and future of the children and young people of my country, I observe that they have so few opportunities that, no matter how coldly I want to look at it, invariably, I fall into sadness and despair.

Since the pandemic, our children and adolescents who study in public institutions, do not have a regular class schedule, in the last two school years, their classes have been two days a week, the argument of the teachers is the low salary so they have to look for other alternatives to supplement the salary.
The governmental policy has been not to increase salaries because this creates more inflation and consequently, teachers have abandoned their positions to emigrate or dedicate themselves to other activities.

The paradoxical and sad thing is that this is happening in the public sector, private education continues its normal rhythm, children and adolescents have their full class schedules from Monday to Friday from seven in the morning to one in the afternoon.

This whole situation shows us a very large degree of inequality that ultimately boils down to a classist education, leaving without real opportunities for students from social groups with fewer economic resources.

The same happens in areas that have to do with the development of talent and personal abilities, for example sports, music or ballet. I say this with propriety, because I have two nieces, granddaughters who study in a private school and have not missed a single day of class for lack of teachers, the monthly fee is expensive for their parents, who have prioritized the education of their daughters and have been able to cope with it. Not so with swimming for one or ballet for the other, which even though they are taught in public institutions, the monthly fees have become inaccessible for many.

Today's report has served me to bear witness to a reality that many of us perceive, that worries us and that we feel powerless to offer a solution to, it is a true social tragedy. Personally, I am concerned and I am unable to deal with it at least directly. Indirectly, I do what I have to do as a citizen who seeks changes through civil participation in the entities that promote them.

As well as these examples there are personal, family, social, environmental things that worry me, everyone has their reasons to worry, not without reason the world figures of people with chronic stress, anxiety and depression are more alarming every day, however, I am convinced that it is to occupy ourselves, to do something or much for that which mistreats us, which can minimize the harmful effect that it causes in our health.

Worrying without taking care of it makes little sense to me.

En Español

¿Qué me preocupa?

Saludos amigos que siguen este gran reto de escribir nuestras memorias, actividad propuesta por @ericvancewalton. Estamos en la semana 9 Memoir Monday - Week 9 (5/6 - 5/12)y aún queda mucho espacio por recorrer, así que te invito a unirte a esta interesante y gratificante propuesta. Entra aquí.

El tema de esta semana es ¿Qué me preocupa?, un tema que si me pongo a pensar mucho en él me da una especie de ansiedad, pues quiera o no, el pensamiento agarra su ruta catastrófica y pesimista que caracteriza a la preocupación.

Hay quienes afirman que la preocupación es exceso de futuro y en ese espacio de tiempo donde nos pre-ocupamos dejamos de ocuparnos que es el presente. Fiel a este principio, hago mi trabajo interior para no preocuparme, lo cual no quiere decir que no haya momentos y situaciones que me produzcan preocupación.

Ahorita por ejemplo, tengo una hermana enferma, un problema de columna que le produce intensos dolores y le dificulta el caminar, esto me ha causado preocupación, he imaginado algunas consecuencias que la ubican y nos ubican como familia en una situación bastante negativa, llevándome a un estado innecesario de ansiedad, pues todo es producto de mis pensamientos.

Cierto, hay una realidad, pero igual no puedo predecir lo que será su futuro, lo que sí puedo hacer y, hago es apoyarla de manera incondicional, la ayudo en las tareas de su casa, la he acompañado a visitar tres médicos, hacerse los estudios solicitados y a adquirir los tratamientos indicados, aparte de ofrecerle apoyo emocional y espiritual. Cada día está mejor, el proceso es lento, pero seguimos con fe y confianza en que todo mejorará.

Hay cosas que me preocupan que están fuera de mi alcance solucionarlas, por ejemplo, me preocupa en extremo el presente y futuro de los niños y jóvenes de mi país, observo que tienen tan pocas oportunidades que, por muy en frío que lo quiera mirar, invariablemente, caigo en la tristeza y la desesperanza.

Desde la pandemia nuestros niños y adolescentes que estudian en las instituciones públicas, no tiene un horario regular de clase, en estos dos últimos años escolares, sus clases han sido de dos días por semana, el argumento de los docentes son los bajos sueldo por lo que tienen que buscar otras alternativas para complementar el salario.

Desde las instancias gubernamentales la política ha sido no aumentar porque eso crea más inflación y de manera consecuente los docentes han abandonado sus cargos para emigrar o dedicarse a otras actividades.

Lo paradójico y triste es que esto sucede en el sector público, la educación privada sigue su ritmo de normalidad, los niños, niñas y adolescentes tiene sus horarios de clases completos de lunes a viernes de siete de la mañana a una de la tarde.

Toda esta situación nos muestra un grado de desigualdad muy grande que se reduce en última instancia en una educación clasista, dejando sin oportunidades reales a los alumnos de los grupos sociales con menos recursos económicos.

Lo mismo sucede en áreas que tiene que ver con el desarrollo del talento y las capacidades personales, por ejemplo los deportes, la música o el ballet. Esto lo afirmo con propiedad, pues tengo dos sobrinas, nietas que estudian en un colegio privado y no han perdido ni un día de clase por falta de docentes, la mensualidad es costosa para sus padres, quienes han priorizado la educación de sus hijas y han podido con ello. No así con la natación de una o el ballet de la otra, que aun cuando son dictadas en instituciones públicas, las mensualidades se volvieron inaccesibles para muchos.

Esta memoria de hoy me ha servido para dejar testimonio de una realidad que muchos percibimos, nos preocupa y nos sentimos impotentes para ofrecer una solución, es una verdadera tragedia social. En lo personal, me preocupa y no puedo ocuparme por lo menos directamente. De manera indirecta hago lo que tengo que hacer como ciudadana que busca cambios a través de la participación civil en los entes que los promueven.

Así como estos ejemplos hay cosas personales, familiares, sociales, ambientales que me preocupan, cada uno tiene sus motivos para preocuparse, no sin fundamento las cifras mundiales de personas con estrés crónico, ansiedad y depresión cada día son más alarmantes, sin embargo, estoy convencida que es el ocuparnos, el hacer algo o mucho por eso que nos maltrata, lo que puede minimizar el efecto nocivo que ello causa en nuestra salud.

Preocuparse sin ocuparse le encuentro poco sentido.

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Fuente de imágenes: Archivo personal

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