Gee, this is a question many never get to answer with certainty. There are even those who don't even take it seriously, they just get swept along with the current, caught up in the swings of the waves of the sea of life.
I would like to have a clear picture, although I fully agree with @ericvancewalton regarding becoming the best version of myself; in fact, I don't rule it out. Moreover, if it's not the ultimate purpose, it's very close to being so for most people. Perhaps, it is more than a purpose, it is a vital imperative.
In any case, ancient ideas still resonate in my head about the need for self-understanding and relating to others for the sake of the good. Years ago, I came to believe that the ultimate goal of every human being was to achieve happiness. Of course, now I understand how easy it is to get lost down hedonistic paths and drift away from a higher, more essential purpose.
Yes, I want to be a better version of myself, to understand myself to such an extent that I accept myself and live accordingly in harmony with others, being happy in a better world. Sounds wonderful, dreams and desires, doesn't it?
But how does one achieve that almost utopian state as a whole in the modern world?
I am convinced: through love.
In that sense, the phrase that sums up my purpose in life is:
To experience love in every act and everything.
What a statement of purpose!
However, we must then ask ourselves: what is love?
If we all understood the meaning of love and acted accordingly, what would become of wars, atrocities, and other evils?
Love has been written about ad nauseam in essays and in the vast literature. It was because of love that Troy came to an end, according to legend. Love ranges from the basics of carnality to the sublime of the spiritual. By the way, without any quarrel at all.
Ah! So where does one fail?
How many broken families and friendships are due to trivial disagreements?
Sometimes I think that the obstacles in life are there to favor the experience of true love. That, humble and compassionate, destroyer of internal barriers and the source of unhappiness.
I am not going to give you a definition and taxonomy of love; prudence leads me to stay away from such recklessness. It is the same as with truth. Neither philosophy nor science can determine it objectively. Perhaps because of their subjective nature. Hence, my self-imposed purpose is to experience love. In any case, it is the actions that denote it, and personally, it has helped me a lot to be aware of the incongruity with which I sometimes act with the people I love. Then, why do I hurt them unintentionally, because I let myself be carried away by an emotion or conviction that is not always correct?
Probably, because of our human condition, you too have dealt with the dismay of a Pyrrhic victory over a loved one guided by an exacerbated temperamental ego. How easy it is to lose your temper or give in to arrogance?
Now, when you experience love, what used to make you angry becomes laughable and inconsequential. I want to clarify, that it is not about emulating a monastic or ascetic sanctity, no! It is about being compassionate by nature. Of a temperamental and natural replacement, a change of consciousness if you will expressed in benign acts. It sounds crazy.
In the end, living to the fullest in the best possible way with others depends, in the first instance, on oneself. On others, let us hope to infect them.
Writing by @janaveda in Spanish and translated to English with www.deepl.com (free version)
The thumbnail was created from my drawing made in Pixabay and edited with Keynote
The photograph is my property.
Thanks for reading me. I hope this written is to your liking. I would very much like to read your comments in this regard to enrich myself with your criticism.
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Caramba, esta es una pregunta que muchos no llegan a responderse nunca con certeza. Incluso, hay quienes ni siquiera se la toman en serio, solo se dejan arrastrar por la corriente, envueltos en los vaivenes de las olas del mar de la vida.
Me gustaría tener el panorama claro, aunque coincido a plenitud con @ericvancewalton en lo relativo a también convertirme en la mejor versión de mí mismo; y, de hecho, no lo descarto. Es más, si no es el propósito máximo, está muy cerca de serlo para la mayoría de las personas. Quizás, sea más que un propósito, sea un imperativo vital.
En todo caso, retumba en mi cabeza ideas antiguas aún vigentes sobre la necesidad de la comprensión de uno mismo y la relación para con los demás en virtud del bien. Saben, años atrás llegué a pensar en que el fin último de cada ser humano era lograr la felicidad. Por supuesto, ahora entiendo lo fácil de perderse por las sendas hedonistas y alejarse de un propósito más elevado y esencial.
Sí, quiero ser una mejor versión de mí mismo, comprenderme, hasta tal punto, de aceptarme y vivir en consecuencia en armonía con los demás, siendo felices en un mundo mejor. Suena maravilloso, sueños y deseos, ¿verdad?
Pero, ¿cómo se alcanza ese estado casi utópico en su conjunto en el mundo moderno?
Estoy convencido: a través del amor.
En tal sentido, la frase que resume mi propósito en la vida es:
Experimentar el amor en cada acto y en todo.
¡Vaya declaración de propósito!
No obstante, es menester plantearnos entonces: ¿qué es el amor?
Si todos entendiésemos el significado del amor y actuásemos en consecuencia: ¿qué serían de las guerras, de las atrocidades y los otros males?
Del amor se ha escrito hasta la saciedad en ensayos y en la vasta literatura. Por amor, Troya llegó a su fin, según cuenta la leyenda. El amor va desde lo básico de la carnalidad, hasta lo sublime de lo espiritual. Por cierto, sin reñirse en lo absolute.
¡Ah! Entonces, ¿dónde uno falla?
¿Cuántas familias y amistades rotas por desavenencias de índoles banales?
A veces pienso que los obstáculos en la vida están allí para propiciar la experiencia del amor verdadero. Ese, humilde y compasivo, destructor de las barreras internas y de la fuente de la infelicidad.
No voy a darles una definición y taxonomía del amor, la prudencia me lleva alejarme de tal temeridad. Ocurre algo así como con la verdad. Ni la filosofía ni la ciencia la determinan con objetividad. Tal vez por su naturaleza subjetiva. De allí, mi propósito auto impuesto por experimentar el amor. En todo caso, son las acciones que lo denotan, y en lo personal, me ha ayudado muchísimo el hacer consciente la incongruencia con que actúo en ocasiones con las personas a quienes amo. Entonces, ¿por qué las hiero sin intención, por dejarme llevar por una emoción o convicción no siempre correcta?
Con probabilidad, por nuestra condición humana, también tú habrás lidiado con la desazón de una victoria pírrica ante un ser amado guiado por un exacerbado ego temperamental. ¿Qué fácil es perder los estribos o ceder a la soberbia?
Ahora, cuando experimentas el amor, lo que antes te enojaba, se hace risorio e intranscendente. Quiero aclarar, no se trata de emular una santidad monástica o ascética, ¡no! Se trata de ser compasivo por naturaleza. De un reemplazo temperamental y natural, un cambio de consciencia si se quiere expresado en actos benignos. Suena de locos.
Al final, vivir a plenitud de la mejor manera posible con los demás, depende, en primera instancia, de uno. De los otros, esperemos contagiarlos.
Un escrito muy personal de @janaveda
La miniatura se creó a partir de mi dibujo de Pixabay y editada con Keynote
La foto es de mi propiedad
Gracias por leerme. Espero que este escrito sea de su agrado. Me gustaría mucho leer sus comentarios al respecto para enriquecerme con sus críticas.
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