Han estado siempre ahí delimitando el espacio del ancho már, haciendo que el agua se quede en un solo lugar.
Han soportado años y años de intentos de llevarse partes de su formación a través de la erosión, pero han continuado ahí a pesar de la evolución.
Carecen se la belleza del azul que los rodea, pero son especiales, son sin iguales y, por eso, jamás encontraras otras semejantes.
Sirven de habitat para muchas especies marinas que las usan como hogares, bajo el miedo de que el agua los arrastre, lejos de sus semejantes.
Una espuma blanquecina siempre está en contacto con su superficie, espuma que termina haciendo que se haga dificil ver bajo el eclipse.
En medio de todo ese azul ellas pueden verse y en ella pueden posarse especies, que las utilizan como medio de escape, de sus enemigos más espeluznantes.
Depredadores gigantes, que habitan en todo ese mar que termina siendo tan oscuro, en el que a veces, da terror sumergirse en sus profundidades.
Las hay en el fondo, las hay en la superficie, siempre con una dureza que nos enseña que aun bajo el constante deterioro, se puede soportar, se puede subsistir un poco más.
Las hay de diferentes colores , relieves y composiciones, pero si hay algo que las caracteriza a todas por igual, es su resistencia ante las adversidades.
Tienen siglos de formación, han estado aquí primero que todos, han visto llegar e irse infinidades de especies que no han soportado la evolución y con ello la extinción.
En la naturales hay mucho de lo que podemos aprender para seguir adelante, pero creo firmemente que las rocas son un perfecto ejemplo de resiliencia y aguante.
Por eso hoy he decidido dedicarle este escrito a describir su belleza, aun cuando su superficia sea a veces tan poco llamativa y de tan poco realce.
Están en todos lados, muchos las pasan por alto, muchos prefieren deshacerse de ellas, muchos piensan que afean lo que forman parte y aun así resisten, demostrando siempre que forman parte del paisaje.
Son estas formaciones las que me recuerdan que aun con el rose constante, aun cuando pase el tiempo y el desgaste, siempre se puede seguir soportando, hasta que seamos incansables.
They have always been there delimiting the space of the wide margin, making the water stay in one place.
They have endured years and years of attempts to take away parts of their formation through erosion, but they have continued to be there in spite of evolution.
They lack the beauty of the blue that surrounds them, but they are special, they are without equal and, for that reason, you will never find others like them.
They serve as habitat for many marine species that use them as homes, under the fear that the water will drag them away from their peers.
A whitish foam is always in contact with their surface, foam that makes it difficult to see under the eclipse.
In the midst of all that blue they can be seen and on it can perch species, which use them as a means of escape from their most terrifying enemies.
Giant predators that inhabit this sea that ends up being so dark that sometimes it is terrifying to dive into its depths.
There are those at the bottom, there are those on the surface, always with a hardness that teaches us that even under the constant deterioration, you can endure, you can survive a little longer.
There are of different colors, reliefs and compositions, but if there is something that characterizes them all equally, it is their resistance to adversity.
They have centuries of formation, they have been here before everyone, they have seen the arrival and departure of countless species that have not withstood evolution and thus extinction.
In nature there is much we can learn from to move forward, but I firmly believe that rocks are a perfect example of resilience and endurance.
That is why today I have decided to dedicate this writing to describe their beauty, even if their surface is sometimes so unremarkable and unremarkable.
They are everywhere, many overlook them, many prefer to get rid of them, many think they disfigure what they are part of and yet they resist, always proving that they are part of the landscape.
It is these formations that remind me that even with the constant rose, even with the passing of time and wear and tear, we can always continue to endure, until we are tireless.
DeepL
