Somos un átomo de señal en el magnífico universo. Las palabras nos sostienen. Los sentimientos nos guían. Desnudos estamos ante Dios y desnudos entraremos al cielo.
Tuve un jefe que era el más grande hijo de puta de todos los jefes y de todos los seres humanos que he conocido. Nunca te miraba a los ojos. Siempre agachaba la cabeza como queriendo esconder la mirada entre los papeles mientras, dulcemente te partía la vida. Era un destacado comunista de esos que se dicen comunistas y no se han leído a Carlos Marx. También se frotaba las manos, no en ese gesto inocente que plantea la alegríab y la complicidad, sino como si se lavara por todo el daño que hacía. Tal vez el subconsciente haciendo su parte.
"Por qué no miras a los ojos", fue lo último que le dije un día antes de dar un portazo y perderme para siempre de aquellas oficinas.
Con el paso del tiempo entiendo que el peso de la culpa le impedía mirar de frente.
Cuando me encuentro personas que bajan la cabeza y esconden la mirada para no establecer contacto visual me aparto de inmediato.
Puede que sea injusto pero aquella experiencia no me deja otra alternativa.
Mirarte a los ojos es como abrirte el alma aún cuando estén sucediendo las cosas más terribles.
Te agradezco infinitamente la oportunidad que me has ofrecido para sacar este recuerdo nocivo y dejarlo ir de una vez y por todas Muchísimos éxitos🌻
RE: La fisonomía es un susurro - The physiognomy is a whisper