Gran parte de aquello que me brinda alegría es la calle, no pudiese ser de otra forma, se trata el pavimento de una obra perpetua y siempre cambiante cuyo guión, de tenerlo, es obra maestra y Caracas es para mí, en ese sentido y a falta de mejor prosa, una adicción de hermosa agonía de la cual no logro escapar.
No puedo sino salir a sus calles, guiado por todos esos fotógrafos mejores que yo y que nunca lograré emular, cámara en mano y con una sonrisa en el rostro a soñar.
En cada esquina el cuadro se llena de vida, sentimientos, y la emoción de aquello que desconozco y solo puedo llenar a medias con imaginación. Con cada disparo se eleva aquello que se presenta ante mí y me siento de alguna forma más cercano a todo lo que es en definitiva humano; es sin más rodeos una excusa, la cámara, para conectar con lo que nunca habría considerado hacerlo, y para en última instancia, mostrar lo invisible tras lo que a vista de todos yace.
Body: Nikon D800 & Panasonic Lumix DMC
Óptica: Nikon 24-70mm f/2.8 & Nikon 14-24mm f/2.8
Todas las fotografías son de mi autoría