Sin pensarlo demasiado, prueba de contar hasta diez usando los dedos. Después piensa en cómo lo has hecho: ¿Has empezado a contar con la mano derecha o con la izquierda? ¿A partir del puño o de la mano abierta? ¿Con qué dedo has contado el número uno?
Sin ni siquiera abrir la boca, de esta manera uno puede saber en qué lengua trabaja tu mente, porque todas estas cuestiones dicen mucho de cuál puede ser tu lengua nativa. Si bien es cierto que en todas las culturas se utilizan los dedos y las manos para contar, lo que varía de una cultura (y de una lengua) a otra son los gestos que se asocian a cada número. Veamos algunos ejemplos:
Empezando con el puño cerrado
En muchos países de Europa occidental, como en Alemania, en España o en Francia, se suele empezar a contar a partir de los puños cerrados. El primer dedo que se utiliza para el cómputo es el pulgar (el dedo gordo) de la mano izquierda; éste representa el número uno. El dos se representa con el índice, y así hasta el número cinco, que corresponde al dedo meñique (el pequeño).
También parten del puño cerrado las personas de Oriente Medio, pero a diferencia de los europeos, lo más probable es que éstos empiecen a contar con el dedo meñique de la mano derecha.
En América del Norte el número uno se representa con el puño cerrado y empezando a contar con uno de los dedos índice (el que está al lado del dedo gordo).
En el territorio Hausa (Nigeria y Níger) el número cinco se representa con el puño cerrado. ¡Pero cuidado!, la palma de la mano abierta se asocia a un signo de maldición, de modo que el número diez se representa con ambas manos juntas y los dedos apareados.
Empezando con la palma de la mano
Japón es uno de las zonas donde se empieza a contar, para uno mismo, con la palma de la mano abierta. El dedo gordo representa el número uno, y el dedo pequeño es el cinco. Se utiliza sólo una mano: los dedos se van doblando hacia adentro a medida que se va contando, de manera que el puño cerrado es el número cinco. Después se invierte el sistema: para hacer el número seis se extiende el dedo gordo. Sin embargo, para contar para los demás, y no para uno mismo, el sistema varía y se adopta el mismo que el inglés.
En los países eslavos orientales el sistema que se utiliza es el mismo que el descrito para el japonés.
Un individuo oriundo en Filipinas representará probablemente el número uno con el dedo pequeño de la mano extendido.
En China se puede contar hasta diez con los dedos de una sola mano, a partir de la palma de la mano abierta y empezando con el dedo pulgar.
Las personas de origen musulmán suelen disponer la mano abierta antes de empezar el cómputo. En el Pakistán, la India y el Senegal, por ejemplo, a cada número le corresponde un segmento de dedo y no un dedo entero, de manera que cada dedo sirve para contar más de un número.

En estas lenguas se puede llegar a contar hasta treinta con los dedos de las manos.
En definitiva, los sistemas de recuento con los dedos son una forma más de nuestra identidad tanto nacional como étnica, y son uno de tantos elementos que diferencian las comunidades. ¿Conoces algún otro sistema de cómputo distinto? ¿Utilizas alguno diferente de los que he mencionado aquí?