La experiencia empezó a vivirse un par de días antes de mojarnos, nutriéndonos de conocimiento.

¿Sabías qué ?

Las manos solo son utilizadas para dar señales debajo del agua, con el impulso de las chapaletas es suficiente para nadar. Por tanto ahorramos energía y no nos cansamos tanto.

El casco de buceo diseñado en 1823 por Charles Deane, fue originalmente diseñado para proteger a los bomberos durante incendios, no funcionó porqué se calentaba mucho, para proteger su inversión lo probó bajo del agua y fue todo un éxito.

El tanque e oxígeno contiene 80% de nitrogeno y solo 20% de Oxígeno. ¡Soprendente!

La cantidad de tiempo que estamos bajo el agua no lo determina el oxígeno, sino la absorción del nitrógeno disuelto, que varía con la profundidad.

Al día siguiente de bucear no debemos montarnos en avión el nitrógeno disuelto en nuestra sangre producto del buceo puede causar graves problemas de salud.

Mi experiencia.

La teoría siempre antecede a la práctica, durante la inducción, todos atentos a las indicaciones para no hacer de la experiencia algo más extremo de lo necesario.