Sería una pena llegar a casa ebrio y que no estés, dejandome hundir en los profundos suelos del adulterio. Sería una pena que un día pienses que me he muerto, y hacerte sentir mal sin ni siquiera pretenderlo. Todos necesitamos amor en ciertos momentos, hasta los perros quieren a veces un poco de afecto, pero nada como el tuyo, mi cielo.
Sería una pena quedarme en el mundo del vicio y el sexo barato, donde lo que sea que venga cumpla el papel de llenar, en el que cuando entras se te hace bastante difícil escapar. A veces hasta el más idiota merece un poco de amor, y sí es el tuyo mejor, porque el tuyo es el mejor.
Deberías considerar no alejarte demasiado, el sexo barato sé que es pecado, pero confieso que a veces tan mal no la paso. Podría poner los brazos alrededor de cada chica que me encuentre, pero el recuerdo te va a traer siempre a mi mente. Ha sido esto muy solitario sin ti, como un niño sin una risa, o un ave sin una canción, como un hombre sin un brazo, y sin tu rostro en mi regazo.
Todas las flores que plantaste en el patio trasero murieron cuando decidiste llevar tu cuerpo lejos, parezco un ciego sin sendero que lo único que parece escribir son versos negros. A veces hasta el más payaso merece un poco de amor, y sí es el tuyo mejor, porque el tuyo es el mejor.
Sería una real pena no volver a tocarte otra vez, no besarte otra vez, no verte otra vez.
Algo de buena música: