Juro que te vi muy tarde la otra noche, parecía algo ligado al ambiente de la naturaleza. Te desplazabas sobre la maleza descalza, y volví a sentir por un segundo mi corazón en la garganta. Me desperté sobre la cama en un mar de lágrimas, un extraño en mi propia cama, un nómada en lo que quedaba de nuestra casa.
Cuando te vi la otra noche en sueños, recuerdo haberme sentido como un rey. Recuerdo haber sentido la satisfacción de saber que aún estabas en ese carrusel, que reías y me mirabas y que todo parecía en calma. Tu voz era la entrada a un trampolín sobre el agua, y tu adiós parecía una tumba con un montón de hojalatas.
Por un momento no puede existir nada malo, por un momento vuelvo a sentir tu mano. Por un momento lo ajeno está minimizado, y lo único que importa en este momento es tenerte a mi lado. Por supuesto, juro haber sentido el olor de tu cabello en mi pecho. Hubiera asesinado contento con tal de haber recuperado tus ojos bellos.
Cuando me levanto sudado en medio de la noche se debe a mi rechazo ante los mandatos del que parece estar al mando. Creo que mientras dormía también había bajado Dios y me había dicho que te habías olvidado de mí, bueno, menos mal que ya no creo en Dios, porque olvidé su voz y me dormí para soñarte aquí.
@Camperos
Algo de la inspiración vino departe del gran Canserbero, y esta grandiosa canción: