Cada una de las personas que vive en el planeta tierra, experimenta situaciones personales y particulares día, tras día, tras día, experiencias variadas y llenas de diversos matices que llenan la mente de quienes las viven y que en la mayoría de los casos afectan de manera constante el desenvolvimiento del portador en su rutina cotidiana. Sea por el tema que sea, tenga la relevancia que tenga, siempre es algo que crece dentro de nosotros y llega a estrenarnos, agobiarnos, frustrarnos y hacernos sentir preocupación o angustia.
A veces solemos pensar que somos los únicos que tenemos problemas o que son más importantes (o más graves) que el de los demás, pero lo cierto es que cada problema dependerá de la relevancia que le de su portador, y como cada quien vive de una forma particular y es un ser único en el mundo, jamás deberían compararse las situaciones entre dos o más individuos. Aunque no lo creas, algo que ayuda mucho, y no sólo a los demás, sino a nosotros mismos es sonreír.
El poder de la sonrisa es impresionante, es obvio que solo el hecho de sonreír no hará que tu problema desaparezca por completo, pero te aseguro que el acto de sonreír te hará sentirte un poco mejor de lo que te sentías antes de hacerlo. Además, pensemos un momento en esto, si cada una de las personas que te encuentras en tu recorrido cotidiano té sonriera o al menos tuviera una cara amigable al cruzarse en tu camino un día en el que hayas salido de tu casa estando triste, te aseguro que en cuestión de minutos comenzarías a sentirte mucho mejor.
Sonreír nos beneficia a todos. Y como un complemento, si descomponemos la palabra sonrisa o sonreír, separando sus silbaras y eliminando la primera sílaba de cada palabra, queda risa y reír, otra de las soluciones más gratificantes en el momento que tu ánimo se encuentre bajo. Como ya te mencione, reír tampoco eliminará tu problema de raíz pero sin duda te hará olvidarte de él por un buen rato, y quizá, si no es un problema muy grave, hasta podrías darte cuenta que en realidad no era para tanto o podrás tener una perspectiva más fresca de cómo llegar a la solución.
Algo que me gusta mucho a mi para distraerme un poco cuando tengo el animo bajo es hablar con un amigo, alguien de confianza con el que puedas drenar todas las cosas que te estén pasando por la mente en el momento o te haga reír a carcajadas con algún comentario elocuente. La familia o los amigos siempre son un buen apoyo en los días oscuros. Además, si planeas hablar con alguien es preferible que salgas de casa, encerrarte en ella y alejarte del mundo no te hará ningún efecto positivo, además siempre es más grato salir a tomar un café con un amigo o un familiar a quedarse en casa sobrepensando todas las cosas. Y si no te gusta el café, una cerveza, ¿por qué no?
El poder de una sonrisa es infalible, un mundo mejor comienza por un mundo con más sonrisas, no importa si es una sonrisa pequeña o grande, lo importante es hacerlo y sentir el dulce efecto de sentirse feliz y hacer feliz a alguien más. Comencemos a generar empatía por nuestros semejantes, el mundo tiene que cambiar, y definitivamente el cambio, comienza en nosotros mismos.
