Ya muchos conocen las historias del viejo Canuto Flores y sus problemas de audición. He aquí otra animosa y agradable historia con Canuto y sus ocurrentes respuestas:
- Abuelito, abuelito: ¡Llegó el cartero! -dijo Josefita-.
- ¿Que si me gusta el pampero? No mucho, pero a falta de whisky, cualquier cosita es buena.
- No abuelo, que nos escribió abuela Tata.
- ¿Que a mí me hieden las patas? ¡No lo digas muy duro muchacha!
- Mire la carta de la abuela: se la voy a leer.
- Ah, una carta. ¿Y qué dice? -preguntó Canuto-.
- Escuche pues: Hola, ¿cómo está todo por allá? Por aquí todo bien en la hacienda.
- Ah, me envió una encomienda.
- Escuche, no interrumpa: Lo malo es que mi Mireyita no ha conseguido trabajo.
- ¡¿Que me va a mandar para el carajo?!
- ¡Ay abuelo déjeme leer!: Bueno, trabajo fijo... pero está haciendo suplencias.
- Eso es bueno: tener paciencia.
- Es decir, está trabajando como sustituta -continuó Josefita-.
- Eso sí que no se lo permito: que trabaje de prostituta.
Josefita prosiguió leyendo a pesar de las interrupciones:
- Y yo mañana me regreso.
- ¡¿Cómo va a decir que eso es progreso?! Ella estudió fue para enfermera... Sigue pues: ¿Qué más dice?
- Me voy con Pantaleón en la buseta.
- Ah, me compro un pantalón y para ella unas pantaletas.
Josefita continuaba leyendo:
- Dile a Canuto que le llevo su medicina para la tensión.
- ¿Que trae perrarina para el perrito nerón? Ahora si es verdad que perdió los estribos mi tata... Si no tenemos ni para comer nosotros.
- Y una gorrita de los Leones del Caracas.
- Ah, me trae un par de maracas. Eso si me gusta porque yo soy maraquero.
- Bueno, me despido. Te echo la bendición.
- ¡Ay, pero que romántica mi Tata! Como me dice: Canuto de mi corazón.
Josefita continuó leyendo, pero esta vez de mentiras para bromear con su abuelo:
- Y dile también a Canuto que me conseguí un novio.
- ¿Cómo dice? ¿Se consiguió un novio? Yo si la despescuezo.
- Ajá abuelo: ¿usted como que se está haciendo el sordo? Porque sólo oye lo que le interesa jajajaja.
Cocodite los espera en la próxima entrega de Canutadas, siempre con la bendición de Dios.