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Hola mis queridos steemians, luego de un largo descansado tomado por mi persona, estamos aquí de vuelta con la revisión de un juego que simplemente me ha encantado, el buque insignia de SONY, pues claro que hablo de GOD OF WAR. La cantidad de horas que le he dedicado no me parece ni medio normal, engancha desde que ves los primeros minutos de cinemática, ese Kratos cambiado, más viejo, con barba y tratando de dejar su pasado atrás con la ayuda de su hijo. Pues bien, comencemos.
Como es bien sabido por sus fans, la saga desarrolló 6 juegos en plataformas anteriores (Ps2 y PSP), pero, las aventuras de Kratos se hicieron un poco repetitivas ya que no se experimentaron cambios significativos ni en historia ni jugabilidad. La base del juego nunca se vio ni un poco alterada, hasta su última entrega en Ps3 “God of War Ascencion” se mantuvo como un hack and slash violento y muy sangriento. En ese momento se cerró un ciclo y los desarrolladores comenzaron a trabajar en algo más para las entregas de NextGen, logrando lo que hoy tenemos, la nueva obra de arte de Sony y Santa Monica.
El juego básicamente representa lo que significa ser un Dios en la saga God of War: viajes, combates con personajes míticos (Valkirias, Trolls, Dioses y más), ejercer poder, descubrir historias, aumentar poder y también sobre ser un hombre (a pesar de ser un Dios).
El poder, la paternidad, la masculinidad e incluso los sentimientos de Kratos están entrelazados y el deseo de Kratos de proteger a su hijo se hace evidente y fuerte ante todos los peligros que los asedian durante esta aventura.
Por tanto, la historia de God of War se hace más íntima y personal, Kratos ya no es aquella bestia llena de furia, ahora, cumple un rol de padre bastante complicado.
La historia revela que el principal motivo por el cual padre e hijo se ven inmersos en el mundo de la mitología nordica es porque deben esparcir las cenizas de la madre de Atreus en la tierra de los gigantes, ya que fue uno de sus últimos deseos. El enfoque está directamente dirigido al padre y al hijo, Kratos lidia con la preocupación de ser capaz de ser un buen padre para el chico luego de la muerte de su madre, mientras, Atreus intenta descubrir cuál es la historia de su progenitor.
Claramente el juego no trata solo de escenas tristes y conexiones familiares. Desde los inicios de la historia nos adentramos en un escenario nevado, un bosque algo tenebroso, tratando de dar caza a un venado. Desde este momento comienzan a toparser con monstruos mitológicos como Draugrs y Trolls. Esta entrega hace que los jugadores creen cierta relación de afinidad con Atreus ya que este es un participante activo y pieza escencial de las batallas a lo largo del juego.
Es bien sabido por nosotros los fans que en entregas anteriores, teníamos un camino difícil, pero finalmente lineal. En este juego se emplea una estructura que da una sensación de mundo abierto, pero, generalmente nos mantiene en un camino directo. Una vez llegado cierto punto podremos explorar grandes espacios abiertos (El Lago de los Nueve) que ofrecen mucha area opcional para explorar. El hecho de explorar todas estas zonas nos permite completar misiones secundarias que nos ayudan a mejorar nuestros personajes y así facilitar el camino principal.
Entre los escenarios más importantes podemos destacar “El Lago de los Nueve” donde tenemos nuestros encuentros con Jörmundgander “La Serpiente del Mundo”, las ramas del Ginnungagap, lo más oscuro de Helheim, entre otros.
Es imposible evitar las ganas de explorar cuando se está jugando, siempre es emocionante encontrar algo nuevo. En las entregas anteriores tuvimos temas de escenarios más reducidos a templos y cosas por el estilo, pero, en esta entrega tenemos bosques, cuevas, lagos, montañas, ciudades destruidas, entre otros. Los colores son muy vivos y desbordan emoción, dan la sensación de que siempre hay algo nuevo por hacer. En mi opinión, mi favorito fue el bosque de Freya.
Desde sus inicios Kratos fue un antihéroe, gran guerrero con ataques bestiales de ira. Y por esto mismo, las entregas eran perfectas para el Hack and Slash al que estábamos acostumbrados. Pero ahora, nuestro antihéroe está consciente de sus años, canas y debilidades. Las espadas del exilio son sustituidas por un hacha que va y viene “Leviatán” ya nuestro personaje no salta, no nada (como siempre) y es más consciente de sus acciones.
Si bien la historia es una parte muy importante del juego, y nuestro personaje a cambiado un poco, la esencia del juego sigue siendo el combate fiero y sangriento, pasas mas tiempo en combate que haciendo cualquier otra cosa, la lucha es atractiva, entretenida y variada, incluso aunque te encuentres el mismo enemigo en repetidas ocasiones, este puede ser más fuete, varía ataques, movimientos, etc.
El nuevo estilo de pelea influye mucho en lo que es la redefinición de la franquicia en ciertos aspectos. A mi parecer, la ubicación de la cámara, tan cerca de la espalda de Kratos, hae que todas las batallas parezcan un 1Vs1 a muerte. Ese enfoque tan cercano hace que toda la experiencia se sienta muy íntima.
Mientras nuestro protagonista batalla en combates cuerpo a cuerpo, Atreus retrocede un poco y elimina a los enemigos con su arco, además de hacer daño físico directo, también genera daño mágico, control de masas, entre otros efectos.
La presencia de Atreus en esta entrega es mucho más activa que cualquier otra inteligencia artificial vista por mí hasta ahora (en videojuegos). El se ve beneficiado por el hecho de ser casi invulnerable, lo cual, no lo convierte en una carga para Kratos en las peleas. Pero, en algunas ocasiones algunos enemigos irán tras él, lo cual requerirá la intervención de su padre.
Ha cambiado mucho la forma en la que los enemigos atacan, ya no hay tantos en escena, creo que máximo puede haber diez, el enlazar los combos se convierte en algo muy importante y ya es imposible lograr esos combos de hasta 100 golpes, ya no se puede, además ahora es más importante estar pendiente del indicador que marca si viene un ataque por la espalda o si hay un enemigo fuera de cámara.
Hacer el cambio entre las “Espadas del Caos” y “Espadas del Excilio” era casi imposible de lograr de manera efectiva, pero ¿Saben qué?, Santa Monica lo logró. Leviatán es sublime, es magnifica, hermosa, poderosa y todo lo bueno que se pueda decir de un arma. La sensación de poder al empuñarla es indescriptible, es un arma con un brutal poder cuerpo a cuero y para largas distancias es tan poderosa como entretenida ya que podemos lanzarla y hacerla que vuelva a nosotros con un movimiento, lo cual puede resultar en combos muy entretenidos, incluso si fallas puedes recoger el hacha y golpear al enemigo en el retroceso.
El hacha tiene muchas mejoras disponibles lo cual nos da ventajas como golpes explosivos, marcar multitud de enemigos, poder por golpes enlazados, entre otros.
Las espadas del caos vuelven a nosotros como opción de arma en cierto punto crítico de la historia en el cual enfrentamos a enemigos que son invulnerables a las habilidades de hielo de Leviatan. Para nuestro protagonista, el hecho de volver a portar estas poderosas espadas representa reencontrarse con su pasado enterrado. El estilo de juego con estas espadas es algo similar al de las anteriores entregas, sabiendo de antemano que los combates ya no son iguales.
Las espadas también tienen la posibilidad de ser mejoradas para obtener nuevos combos, habilidades y fuerza.
Nuestro enemigo principal a lo largo de la historia principal es Baldur, segundo hijo de Odin, procreado con Freya (para efectos del juego), desde el principio del juego este personaje nos ataca sin razón alguna aparente, pero, a medida que se va desentramando la historia nos damos cuenta de que realmente si hay un objetivo, los dioses quieren a nuestro hijo Atreus (a pesar de que me pasé el juego, aun no sé por qué lo quieren, pero, tengo una teoría que expondré más adelante en otro post).
Baldur es un personaje invulnerable, inmortal e incapaz de sentir dolor debido a un hechizo que le hizo su madre cuando era más joven y razón por la cual la odia y desea asesinarla. Durante el juego somos asediados por Baldur en unas cuatro ocasiones, siendo la pelea final una de estas, las peleas contra este dios son en extremo dinámicas debido a la velocidad con la que se mueve y ataca, son realmente entretenidas y plantean un gran desafío en las dificultades más altas, como dato les puedo decir que la gran debilidad de Baldur es el muérdago.
Es un juego del cual me siento casi enamorado, me encanta, me lo estoy pasando por segunda vez en la dificultad mas alta y realmente no me he cansado ni por un segudo, vale la pena. Las imagenes, la banda sonora, los combates y la historia son realmente maravillosos. Creo que todos los amantes del género deberian poder disfrutar de este juegazo, se lo merece. Me gustaría agregar que el final "oculto" que tenemos cuando volvemos a nuestro hogar dejó y dejará a mas de uno con la boca totalmente abierta.