"La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando" (Pablo Picasso)
Ávila mixta

El cielo fue pintado con óleos diluidos en solvente, mientras que la figura del Ávila fue rellenada con pintura al frío negra para dar la impresión de una base sólida y maciza.
Las luces
A lo lejos, Caracas presenta luces en variedad y colores. Brillantes y tenues, opacas y vibrantes. Todas se convierten en una masa alegórica a la vitalidad que la ciudad posee a pesar de los deshabitadas que pueden estar sus calles apenas se marcha la luz del sol.
Las llamo "pseudo-impesionistas" por la forma en la que están siendo proyectadas, pintadas con pinceladas verniculares, sueltas y libres.


Los vehículos van de prisa, llenando autopistas y distribuidores hasta desvanecerse. Somos seres terrenales desplazándose por la calidad de las luces, guiándonos por los sonidos de la lluvia, del tráfico y de la cotidianidad.
Los edificios de la ciudad también forman parte de esta masa de luz. De este a oeste, de norte a sur. Representados con óleos grises en distintas tonalidades, parten del significado de que vivimos en una "jungla de concreto", en la que todo puede parecer igual, pero indudablemente hay una personalidad inminente en cada uno de los bloques que se reparten en la metrópolis.
Los elementos, aunque inicialmente se presenten en su forma individual, forman parte de un todo. Un todo que abarca un valle de luces, sonidos y cualquier clase de manifestaciones.
