Una vez fue un robot sin camino o eso creía, vagando en el sendero de un mundo desolado por la inquietud de estar desamparado es lo que pensaría, mas por alguna razón el destino lo mantenía con vida, eso lo sabía.

Sus engranajes maquinaban una sinfonía oxidada y el vapor calentaba como si el sol veraniego ferozmente te besara. Era una máquina que alguna vez fue humano, pero aprendió con la tragedia que ser de metal era más fácil, que era mejor poseer garras a tener las dos manos.
Un día vacío como cualquier otro, encontró a la persona que le robó la incapacidad de querer, aquélla que con un pensamiento puramente sincero logró hallar lo que se encontraba debajo de aquella fría carcasa, del resentimiento y la soledad.
El tiempo pasó y así como gira una tuerca, los dos se enamoraron con inmensa fuerza.
Sucedieron muchas cosas, crearon un universo de emociones, gastaron una vida entre sentimientos y pasiones. Las estrellas los envidiaban y los dioses les enviaban rosas, ya que ellos eran la pareja más hermosa.

Aunque no todo era belleza y armonía, pues lo que la máquina no sabía era que las arenas del reloj caían diferentes para los dos, mientras que sus piezas seguirían siempre en el mismo lugar, para la pequeña humana todo era diferente, pues éste era un simple mortal. El lúgubre día llegó, y un último suspiro exhaló de sus fauces, hermoso y sincero, melancólico y tarde, su vida acabó. El destrozado robot perdió a su amante.
¿Por qué le haría sentir si no sería para siempre? – se preguntaba el ser de latón mientras lamentaba la muerte. Lágrimas de aceite sobre el cuerpo derramaba, gota a gota sin energía se quedaba.
Pero algo tan puro no pudo haber muerto, o eso pensó él en su arduo tormento. Creía que lo único que debía hacer era esperar a que aquella flor volviera a retoñar, a que algún día reencarne y lo pueda vuelva a abrazar.
Ha pasado mucho tiempo, el mundo mil veces ha girado, pero él aún no se rinde, todavía no se ha cansado, sigue recordándolo con nostalgia, la siente a su lado; sabe que el día llegará y se encontrará con su amada.

¡Gracias por haberme leído! Espero que les haya gustado esta historia con la que intenté innovar un poco. Recuerden que el escrito es de mi autoridad. Un placer compartir esto con la comunidad.