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Paso tanto tiempo desde ese día que solo hablábamos por chat de vez en mes.
Recuerdo todas las vagancias que de adolescentes hacíamos y todas las fiestas que organizamos, en todas siempre nos emborrachábamos y hacíamos desastres.
Esto ya no es un poema, Es una historia…
La historia de 2 grandes amigos que de chicos se conocieron y vivieron buenos y malos momentos, crecieron juntos yendo al liceo y una vez graduados tomaron caminos opuestos. Pero a pesar de la distancia que hayan tomado, se mantenían comunicados preocupados por cada uno de ellos.
¿Como es que ha pasado esto? si hacia una semana habíamos hablado tranquilos por el Facebook… Ya tu sabias que el peligro te rodeaba y no me dijiste nada, me mantuviste alejado de todo ello…
El mundo te arrastro en su maldad y te consumió, nada para salvarte pudiste hacer… No te dio tiempo de pensar o defenderte y entonces no me queda más que decir adiós a uno de los mejores amigos que la vida me pudo prestar.
“En dedicación a mi amigo y hermano Jesús Manuel Colmenares Quevedo, que tu alma encuentre la paz y que la vida haga justicia para todos los que son víctimas de la maldad”
Jorge Mendoza
