A ver, este tema es de suma importancia, cuando pensamos en padres permisivos por nuestra mente pasa aquellos padres que nunca pero nunca dicen que no, muy relajados, ni cuestionan el comportamiento de sus hijos no les ponen algún tipo de límite que les haga recordar a esos hijos quienes son los que mandan mientras estén bajo el techo de su casa, esos padres que no imponen reglas tanto de conducta como de buenos modales.
Peri existe también esa travesía de aquellos padres que son muy sobreprotectores, no dejan a sus hijos vivir sus propias experiencias y que ellos sean los encargados de asumir responsabilidades y consecuencias, a veces estos tipos de padres también logran el mismo efecto que que aquellos que resultan ser muy permisivos. Por eso hay que estar atentos a aquellas señales que te harán ver a ti y tu pareja como padres super permisivos.
Hay que prestar mucha atención a los límites y a la rutina es decir la falta de rutina en el entorno de los hijos puede traer consecuencias y una de ellas es que de transformen en niños malcriados, se vuelven consentidos, muy muy perezosos y peor aún cuando no se les da algún tipo de responsabilidad dentro del hogar, y esa responsabilidad empieza desde que se levantan y tienen que tender la cama, no los hacen consciente de sus actos.
Los padres deben hacerme entender a sus hijos que existen ciertos límites que harán que los hijos aprendan a sociabilizar y cuando se habla de rutinas es que estás les van a permitir a organizar sus horarios y darles responsabilidades.
Pero a veces no se piensa así, a veces los padres simplemente les resulta más fácil ceder ante cualquier demanda solicitada por los hijos para así poder evitar entrar a algún tipo de discusión y debate con ellos, aquí es cuando entra esa famosa frase " El niño que llora y el padre que lo pellizca".
A veces no tenemos en claro que tenemos que ser un poco más padres que amigos y que ellos tengan muy en claro la arena que están pisando basándose en el respeto hacia los padres y también en como es el comportamiento de los padres hacia los hijos, es decir la capacidad que tengan los padres de darse su puesto.
La diferencia entre un padre de un amigo se basa en el simple hecho del ejercicio de la autoridad que no debe confundirse con autoritarismo.
Cuando como padre se ejerce autoridad, se le está tratando de hacer llegar ese mensaje de que se sabe que es lo mejor para ellos y al mismo tiempo dejarlos vivir sus propias experiencias, dándole la esa oportunidad del famoso ensayo y error y aprendizaje. Cuando como padres se ejerce autoridad es porque se ha creado ese vínculo padres-hijos que hace que ambos entren en ese ambiente de confianza.
Hay que tener en cuenta que como padres hay que estar conscientes que así como le damos libertad a nuestros hijos también somos capaces de establecer esos límites y hacerlos responsables de sus actos y sus consecuencias, hacerlos entender que así como les puedes dar todo un día también se los puedes quitar. Especialmente en las relaciones padres-hijos todo se trata de negociar, tu cedes, yo accedo.
Los límites y las rutinas se pueden construir diariamente para lograr tener un vínculo saludable padres-hijos que se base en el respeto mutuo.
Hasta un proximo Post
