Hola,
Mi nombre es Juan Izquierdo. Tengo 20 años y soy una estudiante venezolano viviendo una de las mayores crisis de America. Estoy hablando de la situación actual en Venezuela. Hoy hemos estado en 75 días de protestas con más de 71 muertes. Pero, la mayoría de ustedes puede saber esto. Lo que no sabes es lo que he visto estos últimos meses. Esta es mi historia.
El miércoles llegué a la marcha con mi grupo de resistencia al que pertenezco y en primer lugar, todo fue bueno: aplausos, esperanzas y fe de que la marcha podría continuar normalmente hasta su destino, pero cuando llegamos al frente todas mis esperanzas se fueron al piso.
Nunca había visto tanta represión ser tan absurda. Aunque estábamos más organizados en el frente, me sorprendió ver el número de balas de goma que nos fueron enviadas y las bombas dirigidas a la gente; Piedras, tuercas, latón, balas de plomo; Cientos de heridos.
En medio del caos y la resistencia, los manifestantes comienzan a gritar paramédico! ¡paramédico! ¡Ayuda! Me vuelvo y veo a una persona con el vidrio del ojo de la máscara roto y goteando sangre en el suelo. Entre varios lo cargamos y conseguimos sacar el casco de la pista de sangre y la adrenalina mientras otro manifestante quitaba la máscara, lo poníamos en el suelo ... mientras algunos gritaban que se estaba muriendo y otros gritaban que ya estaba muerto. .. Finalmente llegó una motocicleta y gracias a Dios que lo llevaron.
Después de esto sentí como vomitar por la impotencia, la indignación, el sangrado; Para luego descubrir que dos amigos del grupo habían sido llevados a la clínica porque uno fue atropellado por una bomba en el pecho y otro en el vientre. Me senté allí, y no podía soportarlo más. Fui a la clínica donde nos atendieron a todos porque la mayoría de nosotros tuvimos heridas y golpes de bombas en algún lugar del cuerpo pero pudimos respirar tranquilamente porque, al final, estábamos todos bien, incluyendo el que fue disparado a los ojos.
Este es sólo uno de los 75 días.
Llegué a casa más tarde y me enteré de que un graduado había sido asesinado ... fue en ese momento que me maldije a mí mismo, me maldije a mí mismo por haber tenido esperanza y fe en la policía y los militares, me maldije por haber creído que todavía había gente decente y ética en este país; Pero en cambio: puro odio, puro resentimiento.
Mi único deseo es que la gente que lea esto, lo comparta con quienes no son conscientes de la situación actual. Que aquí todos se están matando y muriendo de hambre cada día, pero la censura de los medios de comunicación no deja que el mundo sepa. Esta es mi misión, que el mundo sepa y por cada centavo que reciba de este post, será donado a la resistencia. Para demostrarles mis actividad en las marchas, esto son algunas de las tomas que los reporteros han tomado de mí en medio de disturbios (manifestante con gorro verde). Gracias.
