Espero que lo disfruten (los enlaces a las otras partes están al final).
A varios kilómetros de distancia en la ciudad donde poco antes había estado el escuadrón de resistencia, comienza a oscurecer. Los zombies se resguardan de la noche en los edificios y casas abandonadas.
—Hambre —piensa uno de los zombies y su voz se hace eco en todas las mentes de los presentes—. Si tan solo me hubiera comido a uno de esos vivos.
Una zombie voltea a verlo y le da una mirada de desaprobación.
—Teníamos que volver antes de que anocheciera o los aperitivos seríamos nosotros.
—Callen. Ya vienen —piensa otra zombie y su voz asustada resuena en todos los presentes.
Todos asienten. El miedo recorre sus sistemas nerviosos que parecen volver a estar en funcionamiento, aunque no es así. Afuera las farolas titilan dándole un toque siniestro al lugar. En la oscuridad, se alza una horda de no muertos, cuya sombra amenazante se extiende a lo largo de la calle. Caminan con sigilo cual bestia salvaje que se prepara para dar caza a sus presas. Huelen el aire en busca de ese olor característico de sus víctimas. Se oyen pisada y el castañeo de los dientes, anhelantes de carne. Se preparan para atacar.
Las farolas ceden, dándole paso a la oscuridad. Comienza la cacería.